¿Cómo mejorar la autoestima en nuestros hijos?

La autoestima es el valor que una persona se otorga a sí mismo, es una variable de nuestra personalidad, básica y necesaria para crecer sintiéndonos capaces de poder conseguir todo aquello que nos propongamos. El estrés y cansancio de nuestro día a día cómo padres nos impiden ver como algunas conductas, reacciones, y comunicaciones que tenemos hacia nuestros hijos e hijas afectan a su autoestima.

¿Cómo evaluamos la autoestima de nuestros hijos?

La autoestima se construye a partir de buscar y entender nuestros sentimientos y se manifiesta mediante un conjunto de creencias y actitudes que nos permiten enfrentarnos a nuestro entorno. La representación afectiva, la introspección y la valoración que hacemos de nosotros mismos es lo que otorga nuestra autoestima.

Nuestros padres son los primeros con quien interactuamos afectivamente y ya desde el vientre de nuestra madre influyen en la construcción de nuestra autoestima, por lo tanto ellos son la clave y quienes dejan su huella emocional en nosotros. 

Observando a nuestros hijos podemos ver si tienen una buena o mala autoestima. Sus acciones, comunicaciones y comportamientos serán claves para esta evaluación. 

Manifestaciones o características de los niños y niñas con baja autoestima:

  • Son niños con una personalidad que tiende a valorar todas sus acciones de manera negativa. Tienen un bajo concepto de sí mismos y acostumbran a no verse capaces de hacer las cosas solos ni de enfrentarse a nuevos retos. 

  • Les cuesta ir adquiriendo autonomía. No les gusta arriesgar con sus acciones y decisiones y tienden a tener miedo a equivocarse. 

  • Huyen de posibles fracasos mostrando poca tolerancia a la frustración. 

  • También tienden a idealizar a los demás independientemente de si son o no mejores que ellos. 

Manifestaciones o características de los niños y niñas con alta autoestima:

  • En estos casos los niños acostumbran a hacer amigos fácilmente, sin dificultades. Pueden jugar solos o en grupo mostrando sus habilidades sociales. Suelen ser cooperativos y seguir las reglas si las valoran como justas. 

  • Muestran entusiasmo y alegría ante las nuevas actividades siendo creativos y aportando sus propias ideas. 

  • También suelen mostrarse contentos, llenos de energía y se comunican con sus iguales sin esfuerzo ni dificultades.

Es importante estar atento ante las manifestaciones que puedan presentar nuestros niños y así brindarles el apoyo necesario, de lo contrario, podría desarrollar malestares emocionales más complejos, como la ansiedad.

Como padres debemos ofrecerle un espacio seguro a nuestros hijos para que puedan desarrollar el máximo de sus capacidades. Es crucial que también cuidemos sus emociones.

El apoyo en terapia le dará las herramientas necesarias para mantener una autoestima saludable y cuidar su salud emocional.

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¿Cómo debemos actuar, como padres, para fomentar la autoestima en casa?

Como padres debemos actuar en consecuencia, valorando nuestras interacciones y siendo conscientes que nuestra comunicación, conductas y actitudes influyen en la valoración propia de nuestros hijos e hijas. 

Es primordial para su futura salud emocional, fomentar y conseguir un clima de optimismo, alegría y momentos de risas en familia, compartiendo tiempo con ellos y estimulándolos con nuevas experiencias y retos. 

Siempre es mejor utilizar el refuerzo positivo que el negativo, indicándoles las conductas y acciones que hacen bien con gestos y palabras de ánimo, reconociendo sus méritos para darles seguridad. 

Ayudarlos a gestionar sus emociones y sentimientos con una cercanía física, corporal, mostrando nuestro cariño y afecto de manera explícita, con abrazos y mimos para que se sientan seguros y queridos, mostrando nuestro amor incondicional. 

Mejorar nuestra comunicación hacia ellos, evitando etiquetarlos, compararlos, fomentando sus virtudes, sus cualidades y resaltándolas.  Es necesario dejarlos que se equivoquen poniéndolos a prueba, confiando en ellos y creyéndolos capaces de hacer lo que se propongan.

Valorar la diversidad y fomentar su autocontrol, ayudándolos a ser conscientes de sus errores para poder darles estrategias válidas y efectivas que les ayuden a ellos mismos a buscar soluciones a sus problemas. 

¿Cómo ayuda la terapia sistémica?

El trabajo en terapia sistémica es fundamental para mejorar y ser conscientes de los errores que cometemos como sistema familiar a la hora de interactuar con nuestros hijos e hijas y con nuestra pareja. Será clave para conocernos a nosotros mismos como personas, pareja o padres y para poder cambiar nuestro sistema de creencias y nuestras conductas establecidas, si éstas están influyendo negativamente en nuestros hijos e hijas. 

El terapeuta ofrecerá estrategias a los padres para mejorar la autoestima de nuestros niños y niñas, realzando los comportamientos que se deben evitar para no debilitar su autoimagen, para evitar una autoestima negativa y destacando los pilares básicos para fortalecerla. 

Se establecerá una relación terapéutica en la que los padres podrán exponer sus dudas mostrando ejemplos claros de su manera de interactuar con sus hijos e hijas y el terapeuta también puede proponer actividades y cambios en la interacción. 

En muchas ocasiones se ha podido realizar este aprendizaje en forma de taller o terapia de grupo para varias familias, en el que compartiendo experiencias y ejemplificando situaciones, nos permite encontrar el camino hacia nuevas maneras de interacción, que favorezcan la autoestima de nuestros hijos e hijas.

Un psicólogo sistémico puede ayudarnos a:

  • Compartir las emociones, sentimientos, dudas y miedos que podemos sentir como padres y crecer como individuo, pareja y familia.

  • Mejorar nuestra comunicación familiar con la finalidad de fomentar relaciones más sanas y funcionales dentro de nuestro núcleo familiar.

  • Crear un vínculo sano y seguro con nuestros hijos e hijas, que les permita ir adquiriendo autonomía a medida que se sienten seguros y capaces.

Solemos imitar a nuestros padres, guiarnos por nuestras creencias y valores heredados de nuestras familias y sin darnos cuenta cometemos sus mismos errores. En pocas sesiones se aprende a contribuir en la construcción de la autoestima de nuestros hijos, ayudándolos a sentirse capaces de conseguir sus logros, mejorando su autoimagen y mejorar nuestra relación y convivencia con ellos.

A veces podemos olvidar que los niños también tienen emociones complejas, que pueden estar expuestos a malestares emocionales difíciles, como luto, pena, ansiedad, estrés, e incluso, depresión. Por eso debemos estar atentos ante las señales que puedan estar transmitiendo, para que les podamos brindar la ayuda necesaria, en el momento preciso. 

En terapia podrán encontrar un espacio seguro para accionar, trabajar su autoestima y prepararse de la mejor forma posible para la vida que quieren vivir. En este entorno seguro, nuestros hijos pueden probar sus habilidades y desarrollarlas de manera positiva para alcanzar sus metas y objetivos. 

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