María de Lourdes Da Freites Moreira
Lunes 31 de marzo de 2025
La autoexigencia y la sobre exigencia son conceptos que suelen confundirse. Exigirnos a nosotros mismos puede ser una herramienta para el crecimiento personal, pero cuando se cruza el límite hacia la sobre exigencia, el impacto en la salud mental puede ser significativo.
Diferencia entre autoexigencia y sobre exigencia
La autoexigencia es la capacidad de comprometerse con objetivos personales de manera equilibrada y saludable. En cambio, la sobre exigencia implica una demanda excesiva, desproporcionada y poco realista que genera estrés, frustración y una sensación constante de insuficiencia.
La clave para diferenciarlas está en el exceso: mientras la autoexigencia nos impulsa a mejorar, la sobre exigencia nos somete a estándares inalcanzables, generando un ciclo de insatisfacción.
Las raíces de la sobre exigencia
La sobre exigencia suele originarse en la infancia a través de patrones aprendidos en la familia y reforzados por la sociedad. Se asocia con:
- Autocrítica excesiva: una visión negativa de uno mismo y una tendencia a minimizar los logros.
- Búsqueda de validación externa: la necesidad de aprobación constante para sentir valor personal.
- Perfeccionismo extremo: un intento de cumplir con estándares inalcanzables para evitar el fracaso.
Los estándares sociales también influyen. Estamos constantemente expuestos a modelos de "éxito" en redes sociales: el trabajo ideal, el cuerpo perfecto, la vida social activa. Esta presión irrealista alimenta la sobre exigencia y nos impide disfrutar de nuestros logros.
Caso real: Cuando nada es suficiente
Imaginemos a un joven de 20 años que emigró solo a EE.UU. sin dominar el idioma y con pocos recursos. A los meses, solicita apoyo emocional debido a una ansiedad constante y la sensación de que nunca hacía lo suficiente. Sin embargo, al analizar su situación, se evidenció que había logrado mucho en poco tiempo: estabilidad financiera, aprendizaje del idioma, integración social y trámites migratorios exitosos. A pesar de esto, él solo veía sus fallas y lo que le faltaba por alcanzar.
Trabajamos en reconocer sus logros y ajustar sus expectativas de manera más realista. También identificamos que su referencia de éxito provenía de redes sociales, lo que distorsionaba su percepción de la realidad. Al cuestionar estos modelos y valorar su propio progreso, logró reducir su ansiedad y disfrutar más de su camino.
Cómo transformar la sobre exigencia en un motor de crecimiento
Si identificas que tu autoexigencia ha cruzado la línea hacia la sobre exigencia, hay estrategias que pueden ayudarte a recuperar el equilibrio:
- Detecta pensamientos rígidos: No lograr la perfección no te hace un fracaso. Identificar y cuestionar pensamientos limitantes es clave.
- Evalúa la situación de forma realista: Pregúntate: "¿Qué es lo peor que podría pasar si me equivoco?" Esta reflexión ayuda a reducir la presión autoimpuesta.
- Acepta la crítica constructiva: Ver la retroalimentación como una oportunidad de mejora y no como una descalificación personal.
- Reformula tus objetivos: Es válido ser ambicioso, pero tus metas deben ser alcanzables, considerando tus recursos y circunstancias. La flexibilidad y la autocompasión son esenciales.
¿Necesitas ayuda?
Superar la sobre exigencia puede ser un proceso desafiante, pero no tienes que hacerlo solo. En Opción Yo, contamos con un equipo de especialistas que pueden acompañarte en este camino, ayudándote a transformar la sobre exigencia en un impulso saludable de crecimiento y bienestar. ¡Contáctanos y comienza a disfrutar tus logros!