Redacción Opción Yo
Sábado 17 de mayo de 2025
Sentirnos mal también es parte de estar vivos. No siempre estar bien está bien: validar el malestar es un paso necesario para comprendernos y cuidarnos mejor. Ignorar lo que sentimos solo nos aleja de nuestro bienestar real. Escucharnos es el primer acto de autocuidado.
Todos, en algún momento, nos hemos sentido cansados, agobiados, con un alto grado de malestar.
Entramos en una batalla silenciosa con nuestra mente, queriendo deshacernos de pensamientos negativos que parecen no tener fin. En la búsqueda de soluciones rápidas, caemos con facilidad en discursos que promueven un positivismo constante, rechazando cualquier señal de duda, tristeza o ansiedad.
Frases como “todo pasa por algo” o “sé agradecido, otros están peor” se vuelven parte de nuestro entorno, y lejos de ser un apoyo, terminan generando culpa por no poder mantenernos siempre positivos, productivos o “en control”.
Pero la verdad es que es imposible estar siempre bien.
No se puede dejar de pensar, ni evitar del todo las emociones incómodas. Y aunque los pensamientos negativos pueden ser dolorosos, intentar ignorarlos o reprimirlos solo los intensifica. Lo que sentimos y pensamos tiene un propósito: mostrarnos que algo necesita atención, reflexión o acompañamiento.
¿Cuándo el positivismo se vuelve tóxico?
Este tipo de positivismo no solo niega el sufrimiento, también nos desconecta de nosotros mismos.
Entonces, ¿qué hacer con los pensamientos negativos?
- Deja de luchar contra ellos. Evitarlos solo les da más poder.
- Obsérvalos y analízalos. Hacer una pausa y entender de dónde vienen nos da claridad.
- Identifica y expresa tus emociones. No hay emociones “malas”. Todas tienen una función.
- Dales un espacio. Reconocerlas y nombrarlas nos ayuda a procesarlas mejor.
- Recuerda que tu voz y tus emociones valen. Lo que sientes es importante. No lo reprimas.
Trabajar con tu mente es un acto de valentía. No es un camino fácil ni rápido, pero es un paso real hacia un bienestar auténtico y duradero.
Súmate HOY a los miles de personas que, como tú, han decidido escucharse, transformarse y dar un nuevo paso hacia su bienestar.
Es tiempo de decir YO.