¿Qué hago si mi hijo sufre bullying?

El bullying es considerado una epidemia en países como los Estados Unidos, pero para visualizar un camino hacia la superación del problema debemos saber hablar con nuestros hijos del tema. Poder identificar si está siendo víctima o victimario en esta dinámica vincular tan común entre niños y adolescentes es esencial para dar el primer paso.

¿Mi hijo sufre bullying?

Las realidades afectadas por el bullying no siempre son fáciles de identificar. Hay muchos motivos por los que los niños o adolescentes que son víctimas de este hostigamiento no hablan al respecto.

A veces las víctimas de bullying son amenazadas con que la situación va a empeorar si hablan, a veces no hace falta la amenaza explícita y el miedo juega su parte, pero los motivos no son solamente externos. 

Muchas veces sucede que los niños y adolecenste no solo temen a sus bullies sino también a los adultos que los rodean. Temen a que nadie haga nada o a que se espere que sean ellos quienes resuelvan  el problema. 

Pero no hace falta que estén en esa situación para que no cuenten lo que les pasa. Incluso niños con padres presentes no hablan, y esto es porque no encuentran un espacio seguro para hacerlo o un interlocutor que reconozcan como alguien que los vaya a validar. A veces  “es solo un juego” es la respuesta que pueden prever.

Así que no tengas miedo en hablar con tus hijos, en preguntarles y en motivarlos a hablar. Demuéstrales que estás allí para apoyarlo y escucharlo de manera responsable. 

¿Qué señales debes buscar?

Si aún te resulta difícil que tu hijo te cuente que está siendo acosado y tienes sospecha de que así es, busca estas señales:

  • Tiene heridas que no puede explicar o sobre las que miente.

  • Ha presentado un cambio radical en su comportamiento.

  • Quiere cambiar de entorno social.

  • Manifiesta malestar físico, que puede ser real o simulado, para evitar ir a la escuela.

  • Pierde sus cosas o vuelve de la escuela con sus cosas rotas.

  • Tiene hambre en exceso al volver de la escuela, ya que roban su dinero o comida.

  • Tiene problemas para dormir o sufre pesadillas.

¿Y si mi hijo es bully?

Los niños y adolescentes que acosan a otros también pueden ser reacios a hablar. Estos son algunos indicios que puedes tener en cuenta si sospechas que tus hijos están acosando a otros niños.

  • Insulta regularmente o se comunica de manera agresiva.

  • Son frecuentemente apercibidos por los profesores.

  • Puedes identificar a sus amigos como bullies. 

  • No pueden explicar convincentemente de donde sacan cosas nuevas.

  • No asumen nunca su responsabilidad.

  • Están demasiado preocupados por la imagen que proyectan.

Estas son algunas de las señales más clásicas que presentan los niños o adolescentes que sufren o ejercen el bullying. En ambos casos,si ves que tu hijo las presenta no dudes en buscar ayuda profesional. En OpciónYO contamos con un equipo de profesionales que podrá ayudarte a tí y a tu hijo a enfrentar esta situación.

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¿Cuáles son las consecuencias del bullying?

El bullying tiene graves consecuencias en el desarrollo social, mental y emocional de las personas, ya sea que lo sufran o que lo ejerzan sobre otros.

Si consideramos que el bullying generalmente tiene lugar en una etapa del crecimiento en el que las personas están comenzando a ser las principales responsables de su bienestar emocional, no es raro pensar que tiene graves consecuencias a lo largo del tiempo.

Las más recientes investigaciones apoyan la idea de que tanto quienes sufren de bullying como quienes lo ejercen durante su niñez y su adolescencia, terminan recurriendo a psicólogos y psiquiatras durante sus primeros años de adultez.

Los principales diagnósticos para estas personas incluyen depresión, ansiedad y baja autoestima.

Esas son algunas de las consecuencias para los adultos que sufrieron o hicieron bullying de jóvenes. Pero, ¿mientras tanto qué riesgos hay?

Cuando un niño o adolescente sufre bullying no solo debemos centrarnos en que puede ser herido físicamente. Muchas veces el acoso puede ser verbal o cibernético y estar dirigido a conseguir la humillación social de la víctima.

La consecuencia de esto son tan graves como las heridas físicas. La vida social puede verse gravemente afectada, el proceso de desarrollo de la personalidad puede verse debilitado y la salud emocional del niño o asolescente verse muy deteriorada.

Todos tenemos miedo de que nuestros hijos sean víctimas del bullying o incluso de que puedan estar siendo victimarios. Por eso es importante no esperar a que los sucesos escalen para intervenir. Si identificas que tus hijos están siendo parte de una situación de bullying siendo víctima o victimario, no tengas miedo de pedir ayuda, siempre es mejor hacer algo a tiempo que esperar a que sea muy tarde. En OpciónYO nuestros profesionales podrán asesorarte y guiarte para ser una madre o padre presente para tus hijos.

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