¿Cómo afecta la ansiedad en todos los niveles de tu vida?

Erika Carreño

La ansiedad impacta directamente el bienestar emocional, físico y mental, afectando la forma en que las personas perciben y reaccionan ante su entorno. Puede manifestarse a través de síntomas como pensamientos rumiantes, taquicardia, sudoración o sensación de ahogo. Estas reacciones suelen estar asociadas al miedo y a interpretaciones erróneas de la realidad.

¿Por qué la ansiedad puede alterar tu forma de ver la realidad?

Cuando una persona experimenta ansiedad, suele interpretar las situaciones de manera distorsionada, generando una respuesta emocional intensa frente a situaciones que, en otros contextos, podrían ser neutrales. Según el enfoque cognitivo propuesto por Aaron Beck, la ansiedad se relaciona con una percepción errónea del entorno, donde lo que desencadena malestar no es el evento en sí, sino la interpretación personal de ese evento.

Desde esta perspectiva, el modelo ABC resulta una herramienta útil para entender cómo funciona esta cadena emocional. El punto A representa el acontecimiento, C la consecuencia emocional o conductual, y B, que muchas veces se pasa por alto, incluye las creencias que median entre ambos. Es decir, no es el hecho lo que genera la angustia, sino la forma en que lo interpretamos.

Los Especialistas de Opción Yo proponen, además, complementar este abordaje con técnicas de atención plena o mindfulness, que permiten a la persona reconectarse con el presente. Como destacan Alexandra Frey y Autumn Totton, centrarse en el “aquí y ahora” reduce la rumiación mental y ayuda a tomar distancia de los pensamientos automáticos que alimentan el malestar.

Dentro de las herramientas que suelen ofrecer buenos resultados para quienes atraviesan situaciones de ansiedad, se encuentran: ejercicios de respiración consciente, reestructuración de pensamientos, expresión emocional y prácticas de autoescucha. El objetivo es que la persona se convierta en un agente activo de su propio bienestar, aprendiendo a reconocer sus emociones, entender sus creencias y conectar con nuevas formas de interpretar lo que vive.

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¿Qué herramientas prácticas ayudan a manejar la ansiedad en el día a día?

Contar con estrategias concretas puede marcar una gran diferencia en cómo se transita una etapa de ansiedad. A través del acompañamiento emocional adecuado, muchas personas logran reconectar consigo mismas y transformar su experiencia cotidiana.

Un ejemplo de ello es el caso de una joven de 25 años que comenzó a experimentar síntomas como taquicardia, pensamientos rumiantes, sensación de ahogo, sudoración y dificultad para conciliar el sueño. Estos síntomas se manifestaban tanto en su entorno familiar como laboral, afectando distintas áreas de su vida. En sus espacios personales, surgían dudas respecto a su relación de pareja, lo que sumado a preocupaciones externas e inseguridad personal, generaba un alto nivel de angustia.

A través de sesiones de acompañamiento emocional, comenzó un proceso de autoconocimiento. Lo primero fue reconocer los síntomas que estaba atravesando, para luego identificar cuáles eran los pensamientos que más alimentaban su malestar. Desde ahí, se trabajó en herramientas para gestionarlos: ejercicios de respiración consciente, visualizaciones positivas y técnicas para poner límites sanos en sus relaciones.

Una de las prácticas más útiles en su proceso fue el uso de mindfulness como herramienta para entrenar la atención y evitar la sobrecarga mental. Aprendió a sentarse en una posición cómoda, cerrar los ojos, conectar con su respiración y dejar pasar los pensamientos sin engancharse con ellos. Esto le permitió desactivar el estado de alerta constante y recuperar su centro.

Además, se incorporó un ejercicio llamado “Liberación del miedo”, adaptado por la autora Javiera Correa, que invita a conectar con la emoción del miedo sin juzgarla, observarla y permitir que se transforme. Esta práctica simbólica permitió que la paciente, de forma progresiva, pudiera soltar cargas emocionales que llevaba por mucho tiempo.

También se trabajó en identificar sus creencias limitantes, aquellas ideas que tenía sobre sí misma y los demás, que le generaban inseguridad o culpa. Al tomar conciencia de estas creencias, pudo comenzar a cambiarlas por otras más compasivas y realistas. En este camino, fortaleció su autoestima y aprendió a dejar de asumir como propios los problemas de los demás.

Hoy, gracias a su compromiso con el proceso, esta persona ha logrado reducir considerablemente sus niveles de ansiedad. Se comunica de forma más amable consigo misma, ha aprendido a pausar cuando aparecen pensamientos intrusivos, y ha desarrollado una nueva relación con sus emociones.
 

Algunas herramientas recomendadas para quienes atraviesan situaciones similares:
 

  • Ejercicios de respiración: Inhalar por la nariz, retener unos segundos y exhalar suavemente. Puede acompañarse con el gesto de cerrar y abrir el puño.
     
  • Mindfulness diario: Sentarse con la espalda recta, relajar el cuerpo y conectar con la respiración. Observar los pensamientos y dejarlos ir sin juzgarlos.
     
  • Gestos simbólicos: Hacer con las manos el gesto de sacar los pensamientos intrusivos y tirarlos a la basura.
     
  • Ejercicio de liberación emocional: Sentarse, conectar con la respiración y observar el miedo sin resistirlo. Aceptarlo, agradecerle y soltarlo.
     
  • Autocuestionamiento positivo: Ampliar la perspectiva frente a una situación. Preguntarse: ¿qué evidencia tengo de que esto realmente va a ocurrir?, ¿hay otra forma de ver esta situación?
     
  • Evitar generalizaciones: Reconocer que un evento puntual no define todo un aspecto de la vida.
     
  • Centrarse en lo positivo: Aprender a ver la parte del vaso lleno y reconocer los pequeños logros diarios.
     
  • Autoescucha compasiva: Estar atentos a cómo nos hablamos internamente. Las palabras que usamos con nosotros mismos pueden ser un gran punto de partida para sentirnos mejor.
     

Conclusión

La ansiedad puede sentirse abrumadora, pero no tiene por qué dominar cada aspecto de la vida. A través del acompañamiento emocional y del uso de herramientas prácticas, es posible recuperar el equilibrio interno y mejorar la calidad de vida. En Opción Yo, los Especialistas en acompañamiento emocional están disponibles para ayudarte a recorrer este camino desde un lugar empático, cercano y profesional. Nuestro objetivo no es prometer soluciones milagrosas, sino acompañarte con respeto, escucha y herramientas que te permitan sentirte mejor contigo mismo y con tu entorno.

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