Redacción Opción Yo
Miércoles 2 de julio de 2025
Llegar a la mitad del año puede despertar ansiedad o frustración, especialmente si sentimos que no cumplimos lo que nos propusimos. Pero detenerte a mirar con juicio lo que no pasó borra algo importante: todo lo que sí atravesaste. No se trata de logros medibles o metas alcanzadas. A veces, resistir, sostenerse o redefinir lo importante ya es un gran paso.
¿Por qué nos cuesta tanto llegar a julio sin sentirnos en deuda con nosotros mismos?
¿Qué nos genera ansiedad y frustración en este punto del año?
- Expectativas irreales o rígidas:
Iniciamos el año con metas ambiciosas, muchas veces sin considerar nuestro ritmo, energía o circunstancias reales.
- Comparación constante:
Ver (o imaginar) que otras personas avanzan más rápido puede hacer que nos midamos con una vara que no es la nuestra.
- Falta de pausas:
Vivir en automático impide ajustar el rumbo. Sin revisar cómo vamos, es fácil perder claridad y motivación.
¿Qué emociones pueden aparecer y cómo validarlas?
Es común que en esta época sientas:
- Frustración, por no cumplir lo planeado.
- Ansiedad, por creer que se acaba el tiempo.
- Tristeza, por notar la distancia entre tus deseos y tu realidad.
- Desesperanza, al pensar que ya es tarde o que nada cambiará.
Estas emociones no son errores. Son brújulas que te piden parar y escuchar lo que de verdad necesitas ahora.
Ejemplo práctico
María llegó a julio con la sensación de estar estancada. No había logrado casi ninguna de las metas que se había propuesto en enero. Una voz interna le repetía que nada había cambiado.
En lugar de presionarse más, decidió escribir una carta a su “yo de enero”. Al hacerlo, se dio cuenta de cuánto había crecido internamente. No todo lo planeado se cumplió, pero se permitió hacer un cierre compasivo, redefinir sus metas y crear nuevos rituales de autocuidado. Ese fue su verdadero logro.
Claves que pueden ayudarte
- Agenda un momento contigo para revisar cómo te sientes, sin juicio.
- Agradece lo que lograste, incluso si es distinto a lo planeado.
- Elige una sola acción pequeña que te conecte con tu bienestar hoy.
- Recuerda: no se trata de cuánto haces, sino de cómo te habitas en el proceso.
- Date permiso de empezar de nuevo… incluso en julio.
Conclusión
Julio no es el fin ni un examen que necesitas aprobar. Es solo una pausa, una estación del año que te invita a mirar tu camino con honestidad, ternura y apertura.
Desde Opción Yo, creemos que cada paso hacia ti, por pequeño que sea, tiene valor. No estás tarde. No estás sola. Aún puedes escribir el resto del año a tu manera.
Fuentes
- American Psychological Association. (2018). Stress in America: The State of Our Nation. https://www.apa.org/news/press/releases/stress/2018/state-nation
- Duckworth, A. (2016). Grit: The Power of Passion and Perseverance. Scribner.
- Gilbert, P. (2010). The Compassionate Mind: A New Approach to Life's Challenges. Constable & Robinson.
- Neff, K. (2011). Self-Compassion: The Proven Power of Being Kind to Yourself. HarperCollins.
- Sirois, F. M., Yang, S., & van Eerde, W. (2019). Procrastination, stress, and chronic health conditions: A temporal perspective. Journal of Behavioral Medicine, 42(1), 56–69. https://doi.org/10.1007/s10865-018-9960-2