Jueves 1 de abril de 2021
La migración es una situación de cambio única, que no solo da lugar a ganancias y pérdidas, sino que también implica un duelo. Migrar significa comenzar una nueva vida, alcanzar metas y seguir luchando por sueños planteados, pero también significa dejar lo que conocemos, los espacios, los amigos e incluso, en ocasiones, hasta la propia familia
¿Por qué migrar implica un duelo?
El acto de migrar se refiere cuando una persona deja su país de residencia para mudarse a otro lugar, de forma temporal o definitiva. Regularmente ocurre por oportunidades de estudio o trabajo, o porque se cumple el sueño de vivir en ese otro país. Sin embargo, también es muy común que el proceso de migración provenga de una situación forzada, ya sea por conflictos bélicos, vulneración de derechos humanos, o razones económicas.
Siempre que una persona se mude de país, va a atravesar un proceso de duelo, pero más aún cuando son por razones forzadas.
¿Qué es el duelo?
Llamamos duelo a la situación en donde el individuo tiene que reajustarse a una nueva realidad, reorganizar su personalidad ya que ha perdido algo que es significativo para el. Es un proceso emocional por el que debe atravesar toda persona que ha sufrido una pérdida para readaptarse a la nueva realidad.
Todos, en algún momento de nuestras vidas, pasaremos por varios procesos de duelo.
En el caso de la emigración se trata de reelaborar los vínculos que la persona ha desarrollado con su cultura, personas, valores, lenguaje, comidas, etc.
Al marchar el individuo tiene que mantener estos vínculos que forman parte de su historia, a la vez que adaptarse a los de su nuevo país que en parte reemplazarán a los que deja atrás.
El duelo es una etapa insoslayable en la vida de las personas, siempre que ganamos perdemos algo con lo que nos hemos vinculado afectivamente y que forma parte de nuestra historia, por esa razón es tan importante la elaboración del duelo, esto va a permitir mantener un equilibrio básico para la salud mental de las personas.
A pesar de que en la partida puedan encontrarse motivos dolorosos en el alejamiento, vale la pena hacer hincapié en la sensación de libertad que da el hecho de tener la fuerza para emigrar. Esto supone la posibilidad de adaptación así como el ejercicio de la puesta en escena de los deseos de cambio y superación.
Los cambios son procesos que entrañan incomodidades, dificultades, frustraciones y tristezas, pero suelen guiarnos a un espacio mucho más satisfactorio en el que podremos reconocernos como triunfadores.
Atravesar un proceso de duelo siempre será complejo, por eso es crucial contar con apoyo personalizado y profesional, ya que es muy fácil que nos quedemos estancados, provocando conflictos emocionales más profundos.
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Cuida de tus emociones con OpciónYO¿Cómo se puede trabajar en terapia el duelo que produce la migración?
Realizar terapia es un proceso catártico sumamente recomendado para todas las personas en cualquier momento, ya que nos permite conectar con nuestras emociones y empoderarnos desde ese espacio. Sin embargo, cuando atravesamos un proceso de duelo, es vital contar con apoyo psicológico, ya que sólo así podremos adquirir las herramientas necesarias para convertir nuestra crisis en un proceso de aprendizaje y crecimiento.
¿Cuáles son las etapas del duelo?
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Negación.
Se refiere a no poder aceptar la realidad, y se puede manifestar como esa sensación de incredulidad o de irrealidad al enfrentar la situación de duelo. Las emociones se congelan y no somos capaces de creer lo que ha ocurrido. -
Ira.
Suele ser la emoción que sigue después que superamos la negación. Es esa sensación de impotencia y frustración que nos mantinene todo el tiempo preguntándones ¿por qué?. Es muy común que esta sensación nos lleve a atribuirle la culpa a una tercera parte. -
Negoiación.
En esta etapa nos concentramos a explorar opciones para revertir la situación de duelo, al mismo tiempo que empezamos a tener contacto con esa nueva realidad. Como por ejemplo, cuando modificamos nuestro comportamiento en una relación, a pesar de saber que ya está irremediablemente fracturada. -
Pena.
Al ir avanzando en el proceso de duelo, vamos asumiendo la brutal realidad de la pérdida y sus consecuencias, y se manifiesta a manera de nostalgia, trsiteza, pérdida de interés por las actividades cotidianas e incluso aislamiento social. Este proceso de pena nos pone en contacto con el puro dolor que produce la pérdida y sólo permitiéndonos sentir esta tristeza podemos comenzar el camino para poder sanar. -
Aceptación.
Es cuando por fin comenzamos a comprender, racional y emocionalmente, que toda pérdida es parte de la vida y parte del proceso de cambio que debemos afrontar para crecer.
Los problemas psicológicos del duelo surgen por malas circunstancias: problemas del ambiente, políticas de exclusión, políticas laborales, explotación, carencias sanitarias,de vivienda, etc.Otro factor es cuando existen problemas de personalidad del individuo que emigra, ya que suelen tener cuadros de ansiedad, somatizaciones y depresión.
Cuanto menos se elabore en la proyección la emigración, más difícil será superar el duelo, un claro ejemplo son los refugiados, personas que nunca tuvieron un plan de emigrar.
En términos generales podemos decir que las personas que emigran sufren el duelo, pero son personas bien dotadas a nivel de lucha y autonomía
¿Cómo saber si necesito ayuda con mi proceso de duelo?
Asistir de forma regular a terapia siempre ofrece resultados positivos, pero al presentar algún malestar emocional, se vuelve necesario.
El duelo siempre formará parte de la vida y lo más recomendable es atravesarlo con ayuda profesional, ya que si no es tratado de manera adecuada, puede complicarse y dejarnos atrapados en un dolor sin fin, incluso, desencadenar trastornos emocionales peligrosos.
¿Cuáles son las señales de alerta?
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Depresión crónica.
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Abuso de sustancias como escudo para enfrentar el duelo.
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Aparición reiterada de un duelo sin resolver.
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Pensamientos negativos que pueden incluir deseos de morir.
¿Cómo ayuda la terapia con el duelo migratorio?
El duelo migratorio puede terminar bien o terminar mal ya que depende de las estrategias y capacidades de adaptación que tenga cada persona. La persona que emigra suele tener emociones encontradas, por lo que el duelo en sí mismo se puede volver ambiguo.
Al enfrentar esta situación, nos vemos obligados a adaptarnos a lo nuevo mientras sufrimos un duelo.
Cada persona es distinta, por lo cual, cada proceso es distinto también. Es posible que una persona aparente estar totalmente integrada al nuevo país, a su nueva cultura y costumbres, pero en su privacidad, experimenta mucho sufrimiento.
También puede ocurrir que el duelo por migración no se presente inmediatamente, ya que estamos expuestos a situaciones desconocidas, interesantes y emocionantes, pero con el correr del tiempo, esa emoción se evapora, dejándonos sumergidos en añoranza, dolor e incertidumbre.
Trabajar nuestro duelo en terapia nos ofrece un espacio seguro para expresar nuestras emociones, entenderlas y comenzar a sanar, además que nos favorece al momento de encontrar y aplicar estrategias para adaptarnos, beneficiando el éxito para superar el duelo.
Si es no es tratado de manera adecuada, podemos encontrarnos estancados, bloquearnos y ser improductivos, lo que afectará todos los aspectos de nuestra vida.
Si estás pasando por un duelo migratorio, lo más recomendable es buscar el apoyo profesional de especialistas en Psicología que te ayudarán a lograr adaptarte a tu nueva realidad.
Una de las modalidades que puedes aplicar es la de la terapia online, ya la terapia online ofrece muchas ventajas, como no tener límite geográfico y esto te podría permitir conectarte con un psicólogo de tu misma nacionalidad, que entenderá de manera más sencilla todo lo que estás pasando.
La nostalgia puede ser tan abrumadora que podría desencadenar trastornos de depresión y ansiedad, que pondrán en peligro todos los planes que tenías al momento de migrar, buscando un mejor futuro para ti y los tuyos. No te arriesgues, sana tus emociones.