¿Cómo atravesar un proceso de duelo durante las fiestas de fin de año?

Las fiestas de fin de año suelen ser momentos de celebración y alegría, pero también pueden intensificar el dolor de una pérdida. Diariamente enfrentamos circunstancias que, de forma inevitable, nos exponen a situaciones de pérdida. En ocasiones, estas pérdidas son difíciles de sobrellevar y generan un profundo malestar que interfiere en nuestro funcionamiento diario.

¿Qué es el duelo?

El duelo es un proceso que ocurre tras la pérdida de una persona significativa o de elementos que tienen un valor similar, como la patria, la libertad o un ideal. Este proceso no se trata de un momento puntual, sino de una experiencia que comprende un inicio y un final, y no un estado permanente.

Generalmente, cuando hablamos de duelo, nos referimos a un conjunto de reacciones emocionales que impactan directamente en todas las áreas de nuestra vida. Freud, en su ensayo "Duelo y Melancolía", destacó la presencia de un estado de ánimo profundamente doloroso, inhibición y falta de interés por el mundo exterior, así como una pérdida momentánea de la capacidad de amar nuevamente. Sin embargo, con el tiempo, la persona que ha estado en duelo puede recuperar sus funciones.

Estas reacciones emocionales son completamente esperables y forman parte de un proceso natural ante la pérdida. La duración y la intensidad del malestar experimentado pueden variar de una persona a otra y dependen de múltiples factores, entre los que destacan:

• Tipo de relación con el objeto perdido (madre/padre, hijo, pareja, etc.).

• Forma de desaparición del objeto (inesperada y abrupta, o anunciada con tiempo suficiente para la preparación).

• Factores sociales, como el contexto social, cultural y religioso.

• Edad de la persona en duelo.

• Rasgos de personalidad de la persona en duelo.

La resistencia a experimentar estas reacciones, sumada a la presencia de factores de riesgo, podría indicar un estado patológico que complica aún más el proceso. Por ello, es clave contar con un profesional que ofrezca un espacio de escucha y acompañamiento, que sirva como herramienta para transitar este difícil momento.

Durante las fiestas, el ambiente festivo puede intensificar el sentimiento de ausencia y tristeza. Los recuerdos de celebraciones pasadas con seres queridos pueden ser abrumadores. Es fundamental recordar que no tienes que atravesar este proceso solo.

¿Cuáles son las etapas del proceso de duelo?

Según Elisabeth Kübler-Ross, existen cinco etapas que conforman el duelo y que enmarcan el proceso de aceptación de la pérdida. Cada una de ellas proporciona señales sobre cómo nos sentimos y la significación que se construye alrededor de la pérdida. Es importante entender que no se trata de un desarrollo lineal, y no todas las personas atraviesan todas las fases. Estas son:

1. Negación: Esta fase suele observarse tras el anuncio de la muerte de una persona amada. Puede suceder que no se entienda completamente lo que ha ocurrido, quedándonos paralizados o mostrando una aparente ausencia de emociones. Durante las fiestas, esta negación puede manifestarse como una desconexión de las celebraciones.

2. Ira: Esta etapa se manifiesta de diversas formas, desde sentir ira hacia el ser querido fallecido por no haberse cuidado mejor, hasta molestarse con uno mismo por no haber hecho algo que pudiera haberlo salvado. La ira es una reacción natural, y su trasfondo está asociado a otras emociones como la tristeza, el miedo y la soledad. Durante las festividades, es vital permitirte expresar este enojo, ya que es parte del proceso curativo del duelo.

3. Negociación: En esta etapa, la persona en duelo intenta pactar simbólicamente con la pérdida, a menudo acompañada de sentimientos de culpa. Durante las fiestas, es común reflexionar sobre lo que se podría haber hecho diferente. Esta fase permite que la persona tome el tiempo necesario para adaptarse a la nueva realidad.

4. Depresión: Aquí, el duelo entra en una dimensión más profunda, conectándonos con una intensa tristeza y sensación de vacío. En esta época del año, el contraste entre la alegría festiva y el dolor puede ser especialmente difícil. Es fundamental habilitar el espacio para procesar lo sucedido.

5. Aceptación: En esta última etapa, se acepta finalmente la pérdida y se comprende que esta realidad es permanente, lo que permite abrir paso a una reorganización. La aceptación implica una adaptación emocional y cognitiva a una nueva realidad existencial que se inscribe en la historia de la persona que ha estado en duelo.

Cuando cualquiera de estas etapas se ve obstaculizada y la persona rechaza hacer contacto con el dolor, la situación puede agravarse y dar lugar a un duelo patológico. Este se caracteriza por un aumento en la intensidad y duración del malestar emocional, lo que produce un gran deterioro en las funciones del individuo y un impacto negativo en todas las áreas de su vida.

 

¿Cómo facilitar la elaboración del duelo durante las fiestas?

Para favorecer la elaboración del duelo, especialmente en esta época del año, es importante entender que se trata de un proceso adaptativo, que será vivenciado de manera particular dependiendo de la subjetividad de cada persona. Transitar este proceso permitirá resolver los conflictos relacionados con la separación.

Realizar un ritual significativo puede ser una forma poderosa de recordar a tu ser querido. Puedes llevarlo a cabo de acuerdo con tus creencias, lo que te ayudará a honrar su memoria y a expresar tus emociones. Además, es fundamental rodearse de familiares y amigos que te brinden apoyo y comprensión durante este difícil momento.

Si estás atravesando un proceso de duelo, especialmente en estas fiestas que pueden intensificar el dolor de la pérdida, recuerda que no tienes que hacerlo solo. En Opción Yo, ofrecemos un espacio seguro y profesional donde podrás explorar tus emociones, recibir el apoyo que necesitas y encontrar herramientas para transitar este difícil camino. 

¿Cuáles son los beneficios de la ayuda profesional?

Los beneficios para quienes acuden a sesiones profesionales son realmente significativos. En las sesiones, las personas encuentran un espacio seguro, de apoyo y contención profesional que respeta su dolor y habilita la escucha de los aspectos más íntimos que moviliza el proceso de duelo. A menudo, el mundo exterior exige superar rápidamente el dolor, pero esto solo es posible si se otorga un lugar a todas las emociones que emergen alrededor de la pérdida.

De esta manera, los síntomas asociados suelen disminuir progresivamente, los sentimientos de culpa se resignifican y desaparecen, y las personas logran construir un modo de “saber hacer” con la nueva realidad, favoreciendo así su adaptación de forma paulatina.

Frente a la vivencia de duelo, especialmente en esta temporada festiva, es importante recordar que:

• Nada de lo que sientes está fuera de la realidad o es ilógico; es válido y esperable.

• No se trata de un estado de dolor permanente; es una situación temporal.

• Evita creencias erróneas que imposibilitan el contacto con el dolor, como "mejor no hablar de eso" o "mejor no recordar lo que pasó".

• Buscar ayuda profesional puede ser parte de las herramientas que te permitan lidiar con lo sucedido.

• Existen grupos de apoyo para personas en duelo que resultan beneficiosos.

• Mantener el contacto con tu red de apoyo familiar y social facilita el proceso.

Finalmente, en el duelo no se trata de intervenir para curar y hacer desaparecer mágicamente el malestar emocional que produce la pérdida, sino de permitirte poner en palabras el profundo dolor que significa la ausencia de esa persona u objeto amado. Transitar este proceso acompañado por un especialista en salud emocional es una invitación a construir una solución posible, particular y subjetiva, para seguir funcionando a pesar de lo que impone la nueva realidad.

Cada persona tiene su propio tiempo y forma de llevar a cabo su proceso de duelo, pero es crucial que este no se estanque. Reprimir nuestras emociones puede ser sumamente peligroso. No tienes que atravesar este proceso solo; el apoyo profesional está disponible para acompañarte en este difícil camino, especialmente en estas fiestas que, aunque difíciles, también pueden ser un momento de reflexión y sanación.

Te invitamos a contactarnos y descubrir cómo podemos acompañarte en este proceso de sanación. No permitas que el dolor te aísle; juntos podemos ayudarte a encontrar la luz en medio de la oscuridad. ¡Estamos aquí para ti!

REFERENCIAS:

1. Bowlby J. El Apego y la Pérdida: la pérdida. Barcelona: Paidós Psicología Profunda; 1997.

2. Freud, S. (1917 [1915]). Duelo y melancolía. Obras Completas. Buenos Aires, Argentina: Amorrortu.

3. Kübler-Ross, E. y Kessler, D. (2006). Sobre el duelo y el dolor. España: Ediciones Luciérnaga.