Autocuidado en el posparto: ¿por qué es tan difícil priorizarse?

María Ángela Chirinos

Convertirse en madre es una experiencia transformadora, pero también desafiante y abrumadora. Muchas mujeres sienten que, tras el nacimiento de su bebé, su bienestar queda en segundo plano porque ser una “buena madre” se asocia con el sacrificio total. Sin embargo, descuidar el autocuidado puede generar ansiedad, agotamiento y culpa, afectando tanto a la madre como a su familia.

¿Cómo afecta la falta de autocuidado a la salud mental de la madre?

Después del nacimiento de un hijo, las mujeres experimentan cambios físicos, hormonales y emocionales que pueden impactar su salud mental. Sin embargo, la falta de información y apoyo hace que muchas normalicen su malestar o lo enfrenten en silencio.

📌 El peso de la culpa y la autoexigencia

Es común que las madres sientan que deben estar disponibles en todo momento, descuidando sus propias necesidades. Pensamientos como “Si me tomo un descanso, soy egoísta”“Mi hijo me necesita más que yo a mí misma” refuerzan la idea de que cuidarse está mal.

📌 Impacto en la autoestima y la identidad personal

Muchas mujeres sienten que han perdido su identidad fuera de la maternidad. Pasar de ser una persona independiente a estar completamente volcada en el cuidado de otro ser humano puede generar sentimientos de pérdida y frustración.

📌 Ansiedad, depresión y agotamiento emocional

Cuando no hay espacio para el descanso y el autocuidado, el agotamiento se acumula. Esto puede manifestarse en irritabilidad, dificultad para disfrutar la maternidad, sensación de aislamiento o tristeza constante.

📌 Desgaste en la relación de pareja y la vida social

La falta de tiempo para sí misma y la ausencia de redes de apoyo pueden afectar la relación de pareja y generar un aislamiento social que profundiza el sentimiento de soledad.

El autocuidado no es un lujo ni una recompensa, es una necesidad para el bienestar de la madre y del bebé. Si la madre está bien, podrá brindar un cuidado más amoroso y presente a su hijo.

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¿Cómo crear espacios de autocuidado sin sentir culpa?

Para muchas madres, encontrar tiempo para sí mismas parece imposible. Sin embargo, es posible construir rutinas de bienestar con pequeñas acciones que hagan la diferencia.

1. Reconocer que necesitas un espacio para ti

Aceptar que cuidarte no te hace menos madre es el primer paso. Ser una buena mamá no significa estar disponible 24/7, sino también saber cuándo necesitas recargar energías.

2. Construir redes de apoyo

No tienes que hacerlo todo sola. Habla con tu pareja, familia o amigos sobre la importancia de compartir responsabilidades. Cuidar de un hijo es una tarea en equipo.

✅ Ejercicio práctico: Haz una lista de personas en quienes confíes y con quienes puedas contar para pequeños momentos de descanso.

3. Establecer límites y comunicar tus necesidades

Si sientes que siempre estás disponible para todos menos para ti, es momento de practicar la comunicación asertiva. Expresar lo que necesitas sin culpa te ayudará a reducir la carga mental.

✅ Ejemplo: En lugar de pensar “No puedo pedir ayuda porque se enojarán conmigo”, reformula tu pensamiento: “Mi bienestar es importante y merezco pedir apoyo cuando lo necesito.”

4. Reestructurar pensamientos de culpa

Desde la terapia cognitivo-conductual, trabajar los pensamientos automáticos y creencias limitantes es clave.

✅ Ejercicio práctico: Identifica pensamientos como “Mi hijo es mi responsabilidad y no puedo delegar nada”, y cámbialos por “Mi bienestar también es importante, y compartir la crianza nos beneficia a todos.”

5. Retomar actividades que te hagan sentir bien

Es importante recordar qué cosas te hacían feliz antes de la maternidad y hacerles espacio en tu día. No tienen que ser grandes cambios, sino pequeñas acciones diarias.

✅ Ejercicio práctico: Haz una lista de tres actividades que disfrutabas antes de ser madre y busca formas de reincorporarlas poco a poco.

6. Buscar acompañamiento profesional si lo necesitas

Si los sentimientos de tristeza, ansiedad o frustración son constantes, pedir ayuda es una decisión valiente. Un proceso de acompañamiento emocional puede ayudarte a gestionar mejor esta etapa.

📢 Recuerda: Cuidarte no es egoísmo, es amor propio. Una madre que se prioriza también enseña a sus hijos a hacerlo en el futuro.

El autocuidado es parte de la maternidad

Las madres no necesitan ser perfectas ni estar disponibles todo el tiempo para ser buenas mamás. El autocuidado no es un lujo, sino una herramienta fundamental para una maternidad más equilibrada y saludable.

Trabajar la culpa, establecer límites y construir redes de apoyo son pasos clave para garantizar que la salud mental de la madre reciba la atención que merece. En Opción Yo, estamos aquí para acompañarte en este proceso, ayudándote a construir espacios de bienestar sin presión ni culpa.

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