¿Cómo me ayuda el coaching emocional en esta ambigüedad que vivimos?

El año 2020 nos ha dado una sacudidad en muchos aspectos, la fragilidad de la salud, los conflictos económicos y los cambios de paradigmas, son sólo una parte de los pensamientos y emociones que se han formado en la mayoría de las personas, pero ¿cómo me ayuda el coaching emocional en esta ambiguedad que vivimos?

¿Cómo me ayuda el coaching emocional?

Hay una angustia palpable en el ambiente. Este año hemos sido testigos de un hecho sin presedente, una pandemia mundial ha detenido al mundo y hemos tenido que adaptarnos a un nuevo tipo de normalidad.

Desde los tiempos de la peste negra, en el siglo XIV, la humanidad no se enfrentaba a una situación de este estilo, y hay que tomar en cuenta los factores de la globalización que han hecho de la transmisión del Covid-19 sea tan rápida, únicas en nuestro tiempo.

Nos enfrentamos a un estilo de vida ambiguo, coartado y limitado, la ansiedad está a flor de piel, el miedo, la depresión, y la incertidumbre nos acechan, por esto es vital conocer y poder aplicar las herramientas que tenemos a nuestro alcance para transformar nuestro panorama. 

Hay que tomar en cuenta que al menos a mediano plazo, esta ambiguedad en la que vivimos ahora, seguirá prevaleciendo. 

El coaching emocional te ayuda en el aprendizaje para la gestión de las emociones, haciendo que jueguen a nuestro favor, de manera positiva y enriquecedora, así podrás sacar lo mejor de cada experiencia, acercándote a las metas y objetivos que te propones alcanzar.

Las batallas que hemos librado este año responden a un agente externo, como lo es el virus del Covid-19 pero también ha despertado, o potenciado en otros casos, luchas desencadenadas por agentes internos. 

No tienes que batallar tú solo, con la guía personalizada de un coach profesional podrás ganar todas las batallas que te propongas, aprendiendo a manejar tus emociones y alcanzando tu mejor versión.

¿Cómo me ayuda el coaching emocional a entender cómo me siento en esta situación?

Para empezar a entender y ser consciente de mis emociones en este momento, primero debo definir y visualizar que estamos viviendo una cuarentena; entendiéndola como una situación temporal que incluye aislamiento, interrupción de muchas de las actividades y que es una estrategia para evitar la propagación de una enfermedad, en este caso del COVID-19.

De toda esta definición lo que más nos debe quedar claro es que es temporal, y que será una condición por un período de tiempo, no sabemos por cuánto, ciertamente, pero definitivamente tendrá un momento de culminación.

Muchas veces, ante la ambigüedad, sentimos que esta situación es permanente: anticipo negativamente, me desesperanzo y me es difícil apegarme a la realidad.

Adicionalmente, ante esta situación aparecen en nosotros muchas emociones negativas que pueden experimentarse como desagradables y son muy comunes cuando desbloqueamos una meta, o tenemos ante nosotros una amenaza, o experimentamos una pérdida.

Con esta definición podemos desglosar y poner en evidencia todas las sensaciones que tenemos ahora y así poderlas entender de manera más sencilla:

Bloqueo de Metas: proyectos, rutinas y actividades se vieron canceladas, pospuestas y hasta destruidas por una situación mundial, esto genera rabia. Sin embargo, podemos reestablecer dentro de nuestra nueva vida nuevas acciones o adaptarlas, darle un significado distinto a la situación que estamos viviendo y hasta crear nuevas metas… si, nuevas, porque recordemos que esto es temporal.

Amenaza: esta palabra nos habla precisamente de una emoción, del miedo. El miedo al contagio, a futuros inciertos y a que como persona no podamos manejar la situación. Una de las maneras de protegerme ante la situación amenazante es preguntarme ¿qué tan real es mi miedo?, ¿qué puedo hacer para protegerme de esta emoción?, ¿me paraliza o me alerta para ejecutar acciones?. Cada pregunta y respuesta es personal e individual, por lo que la percepción del miedo puede variar de una persona a otra.

Pérdida: ya sea perder un trabajo, rupturas de relaciones de pareja o relaciones sociales, o perder momentos de ocio y sobre todo, la pérdida de un ser querido. Todo esto se relaciona con la emoción de la tristeza, donde el duelo cobra mucha fuerza en estos momentos. Y aquí el drenar a través del llanto, actividad física, leer, escribir, tocar un instrumento o ver videos, puede aliviar y ayudarte a manejarlo; aunque lo más importante es que busquemos dentro de nuestras preferencias, lo que nos ayude a calmar y canalizar esta emoción.

En conclusión, sentir todo esto es normal, y más bien lo que nos podría causar descontrol es normalizar que no me pasa nada, por tal motivo, debemos detectar si la situación nos desborda, bloquea de actividades diarias o limita la relación con los demás.

¿Cómo te apoya el coaching emocional?

El coaching se plantea como una metodología que te ayudará a alcanzar tu desarrollo personal. Te acompaña en la tarea de alcanzar tu máximo potencial, te ayuda a despertar, trabajar y perfeccionar tus propias habilidades para que seas la mejor versión de ti mismo.

La magnífica premisa en la que se basa el coaching, es que todas y cada una de las personas tienen una capacidad maravillosa para alcanzar sus objetivos, pero no siempre están conscientes de ello. Son mucho más capaces de lo que ellas mismas creen, y por eso el coaching promueve la proyección de esas habilidades, aptitudes y capacidades para alcanzar esa mejor versión.

Las sesiones de coaching emocional podrán ayudarte a manifestar tu mayor potencial, especialmente en esta ambigüedad que vivimos.

¿Cuál es la herramienta principal que utiliza el coaching?

Las preguntas.

Cuando estés en un proceso de apoyo y guía por un coach profesional, verás que se te hacen muchas preguntas, no tanto sugerencias o directrices, esto se basa en la premisa de que cada persona tiene la capacidad y los recursos emocionales para alcanzar sus propios objetivos.

En este sentido, el coach utiliza las preguntas como herramienta principal para despertar tus propias capacidades.

Es importante no confundir el proceso de coaching con una terapia psicológica, ya que el coach no te aconsejará sobre qué hacer o qué no hacer, es a través de las preguntas que te ayudará a darte cuenta de todo lo que suma y multiplica en tu vida personal o profesional. De esta manera podrás desdibujar las creencias que te limitan y las acciones de autosabotaje.

Puede ocurrir que el coach identifique en la persona una necesidad de apoyo psicológico, en cuyo caso se le recomendaría un especialista en terapia psicológica.

El camino de la autorrealización puede ser confuso, y a veces hasta frustrante, por eso contar con una guía personalizada te ayudará a marcar la diferencia

El crecimiento personal no tiene por qué significar una tarea tortuosa, sino por el contrario, se plantea como un recorrido de crecimiento, desarrollo y florecimiento, en el cual las personas pueden descubrir sus capacidades y potenciarlas hasta alcanzar sus objetivos.

La realización personal, emocional y laboral es posible, y será garantizada a través de la guía de un coach profesional ya que podrá trazar un plan personalizado donde el horizonte sean tus metas