Martes 1 de octubre de 2024
Toda técnica empleada orientada para ayudarte a lograr tu propósito, a entender tus emociones, a soltar las creencias que te limitan y a ser tu mejor versión, sí, te acercan a la felicidad. Sin embargo, debes recordar que no existen las fórmulas perfectas, cada persona tiene su propio camino y la felicidad puede significar muchas cosas distintas.
¿Cómo me ayuda el coaching a ser feliz?
Todos queremos ser felices, lograr nuestras metas, ser amados y vivir una vida plena y saludable; sin embargo, ¿cómo lograrlo?
No existe una fórmula para lograr la felicidad, y de hecho, puede ser algo muy distinto para cada persona. Aunque sí podemos entender que la felicidad no es un estado de ánimo absoluto, sino más bien una forma de acercarnos al momento presente, una forma de vida que puede ser aprendida.
¿Cuáles son los beneficios del coaching?
-
El coaching nos ayuda a redescubrir la vida desde un nuevo ángulo, despierta la consciencia, observando todo desde el cristal de la gratitud, la aceptación y el amor. Esto ofrece un espacio de transformación a través de nuestro mundo interior.
-
El coaching nos guía a través del aprendizaje para fundir el ayer y el mañana, dejando solo el presente. Esto significa que nos puede ayudar a reducir el sufrimiento que está ligado al pasado, y también a construir a partir del momento presente.
-
Como herramienta que potencia la autoestima, también nos apoya para descubrir nuestros talentos ocultos, eso que nos diferencia de los demás, y al lograr esto, aprendemos a gestionar nuestro tiempo de forma distinta, ya que comenzamos a vivir en el plano de la consciencia y dejamos de hacerlo en el de la superficialidad.
Nuestros deseos están estrechamente relacionados con nuestra felicidad personal y es que una de las grandes tragedias del mundo es que el sufrimiento está relacionado con la represión, esos deseos truncados se enquistan en el alma y nos anclan al dolor. El coaching nos ofrece los recursos necesarios para cambiar esto, perdonarnos, entendernos e ir a la caza de nuestros sueños.
La vida moderna es una vorágine de ansiedad, presiones y miedos, nos apresuramos en mantenernos ocupados todo el tiempo porque esto resulta mucho más fácil que enfrentar nuestras verdaderas emociones y darles rienda suelta, el coaching nos llama a encontrarnos con nosotros mismos, sin pretextos ni máscaras.
A través del coaching tendremos tiempo para nosotros mismos, para lo que realmente importa: reflexionar, sentir, amar y experimentar la vida desde la acción de dar y recibir, conectándonos con el aquí y el ahora. Incluso podremos hacerle frente a nuestros problemas.
Todos buscamos la felicidad, pero ¿cuántos podríamos confesar que nos da miedo encontrarla?
El coaching es una oportunidad para el cambio. Es una herramienta para elaborar un plan hacia un objetivo realista pero trascendental, que nos hará materializar nuestros deseos, viendo los retos como una oportunidad, entendiendo nuestro entorno con amor, llenándonos de esperanza, con consciencia, autenticidad y valentía.
¿El Mindfulness me ayuda a ser feliz?
La técnica del mindfulness es una herramienta milenaria que nos conecta con el momento presente y puede funcionar como una herramienta fundamental cuando queremos deslastrarnos de los excesos de la vida diaria y quedarnos solo con lo que suma.
El mindfulness puede ser aplicado en distintos ámbitos y en todos nos acercará al bienestar.
Trabajando de la mano con un coach especializado podrás practicar la introspección y conectar con tu mundo interior, alineando tus deseos con tus acciones para dirigirte hacia donde reside tu felicidad y de dónde te has alejado, quizás por miedos o por creencias que resultan limitantes.
En Opción YO queremos enseñarte las mejores herramientas para que vivas una vida plena, tranquila y feliz. Por eso queremos compartir contigo las certeras palabras de nuestra coach internacional.
Mindfulness, atención plena, significa vivir en el presente. Se trata esencialmente de estar más consciente y despierto en cada momento de tu vida. Significa prestar atención intencionalmente a cada momento, involucrarse completamente en lo que esté sucediendo a tu alrededor y dentro de ti. Implica traer una actitud de curiosidad, aceptación y amistad a lo que sea que experimentes, en lugar de esos patrones habituales de juicio y crítica.
Cuando no estamos prestando atención deliberadamente a algo, nuestro cerebro se enfrasca en charlas mentales y en operar en "piloto automático", se pasea entre el pasado y el futuro, en el juicio y la crítica. Nuestro modo predeterminado de actuar activa determinadas áreas del cerebro, por ejemplo la amígdala cerebral (el "centro de las emociones, del miedo") y esta activación resulta en experimentar el mundo a través de pensamientos e ideas, en lugar de hacerlo directamente a través de los sentidos.
Ese experimentar el mundo a través de los pensamientos e ideas nos liga a problemas de salud mental como el estrés, la ansiedad, la depresión. También arrastra la incapacidad de comprender a los demás y comunicarnos efectivamente. Al experimentar las cosas directamente, a través de los sentidos, evitamos quedar atrapados en las preocupaciones, la mortificación, el prejuicio.
Cuando hacemos ejercicios, tocamos música, estamos en la naturaleza, jugamos y socializamos con nuestros seres queridos, experimentamos a través de los sentidos y ahí estamos totalmente y sin esfuerzo en el presente, totalmente comprometidos con los sentidos y totalmente presentes. Es mucho más fácil experimentar con los sentidos cuando estamos al aire libre, oliendo la grama y escuchando los pajaritos que cuando estamos trabajando en nuestra computadora el lunes por la mañana. En esos momentos, el mindfulness se convierte en una práctica absolutamente necesaria.
Con la práctica de la atención plena enfocamos deliberadamente e intencionalmente nuestra atención en los sentidos, y la recuperamos cuando se desvanece volviendo a su estado “modo predeterminado” Debido a la naturaleza neoplásica de nuestro cerebro, al accionar nuestros sentidos se activan repetidamente las regiones prefrontales asociadas con estar presente. Estas áreas se fortalecen mientras se debilitan las áreas de la crítica y los juicios. Así reconectamos nuestros cerebros para que estén presentes, y sean más saludables y felices.
La meditación, que es el entrenamiento de la atención plena, nos ayuda a centrarnos en el momento presente mediante la interacción con los sentidos. No hay un estado particular para lograr aparte de estar completamente presente. No tratamos de liberar la mente de pensamientos, ya que el cerebro es un órgano y su función es pensar, por lo tanto, no hay forma de detener esta acción.
Sin embargo, la atención plena nos ayuda a notar cuando nuestra atención se desvía y suavemente regresarnos al presente una vez más. Así que seguimos teniendo pensamientos, pero no nos perdemos en ellos. La atención plena comienza cuando nos enfocamos en el momento, cuando concientizamos nuestras experiencias, es decir, lo que estamos mirando a través de nuestros ojos y sintiendo a través de nuestra piel ahora mismo.
Una vez que aprendemos a prestar atención, podemos comenzar a discernir de lo que somos conscientes en cada momento y de qué se trata. Cuando traemos esta conciencia abierta y de aceptación hacia nosotros mismos y a los demás, tendemos a actuar y relacionarnos con más compasión y cuidado. Nos volvemos más amables, empáticos y nuestras relaciones comienzan a cambiar.
Cuando vivimos en el presente podemos disfrutar lo que atravesamos, hacer cambios a lo que experimentamos y desechar lo desagradable. Aunque nos empeñemos en saltar hacia atrás o hacia adelante, el presente es el único lugar donde vivimos y podemos ser felices.
Como técnica milenaria, el mindfulness ofrece muchos beneficios, incluso puede ayudarnos a aliviar el estrés y la ansiedad, por lo cual es ideal aprender de ella a dominar nuestras emociones y sacar lo mejor de lo que tenemos a nuestra disposición. Después de todo, hay mucho sobre la aceptación y el agradecimiento, en la felicidad.
No hay un solo camino hacia la felicidad, por eso podemos seguir probando y volverlo a intentar las veces que sean necesarias. Lo más importante es no rendirse nunca, buscar apoyo cuando lo necesitamos y aprender a tomar las pausas requeridas para recargar energía.
Todo ser humano experimenta cambios en su vida, pero el anhelo por ser feliz, siempre prevalece, y esa fuerza inagotable es lo que mueve al corazón, es lo que nos motiva a seguir.
Sigamos este camino juntos.