Viernes 6 de noviembre de 2020
Siempre podemos ir al psicólogo. Sentirnos mal está bien, todos nos hemos sentido tristes, desanimados o frustrados en algún momento, pero ¿qué ocurre cuando este tipo de emociones negativas se vuelven cotidianas? No deberíamos esperar a encontrarnos totalmente ahogados para ir al psicólogo, la salud emocional debe ser una prioridad.
¿Qué tan bueno es ir al psicólogo?
En escala del 1 al 10, ir al psicólogo sería un 100. Contar con apoyo psicológico es la mejor manera de cuidar tu salud emocional.
Regularmente tratamos de estar al tanto de nuestras necesidades y satisfacerlas, una buena alimentación, algún dulcito para consentirnos, ejercicio, actividades de esparcimiento, entretenimiento, un masaje, todo tipo de acciones para atendernos para vernos y sentirnos bien.
Ver un psicólogo es una de estas actividades. En las consultas psicológicas podrás encontrar un espacio seguro, exclusivo para ti, para expresar tus sueños, preocupaciones, miedos o problemas.
La terapia psicológica ofrece distintas modalidades, como por ejemplo, la de los grupos de apoyo, que en medio de la cuarentena han sido de gran ayuda para muchas personas. Poder hablar con alguien que está pasando por lo mismo que tú, bajo la tutela de un profesional de la salud emocional. puede ofrecerte justo el tipo de consuelo que estás buscando.
Si nunca antes te has visto con un psicólogo y quieres comenzar a hacerlo, aquí tienes cinco consejos básicos.
- Eres más valiente de lo que crees, el primer paso suele ser el más difícil pero es el comienzo de un maravilloso camino de sanación y superación.
- Busca un profesional.
- Toma la primera sesión como una experiencia de contacto.
- Es importante que te sientas a gusto en terapia.
- Prioriza las consultas.
Es recomendable contar con apoyo psicológico de manera regular, ya que no debemos esperar a estar sumidos en la desesperación para buscar ayuda, sino que debe formar parte de nuestro cuidado cotidiano.
Sin embargo, hay momentos particulares en los que ir al psicólogo se vuelve indispensable. Si estás enfrentando algún problema que te resulta insuperable, si sientes que supera tus fuerzas, no te sientes en capacidad para encontrar la solución, si te impide sentir bienestar y congela tu vida, es crucial que busques apoyo profesional.
Los momentos malos existen, no ganamos nada con negarlos o reprimirlos, más bien se trata de aceptarlos, aprender a fluir con ellos, sanar y seguir creciendo. El apoyo terapéutico es la clave para poder transformar esos momentos malos.
No permitas que tu vida se quede congelada en medio del silencio y la oscuridad, siempre hay esperanza.
¿Cuándo debemos buscar apoyo en un psicólogo?
Cada vez que sientas que lo necesitas.
No tenemos por qué esperar a estar sumidos en un hueco de penurias y oscuridad para pedir ayuda. Hoy en día hay una variedad de apoyo terapéutico que nos puede guiar para alvanzar nuestras metas y trabajar nuestra emociones, como la metodología del mindfulness, que nos ayuda a aliviar el estrés y la ansiedad.
Sólo tienes que ser honest@ contigo mism@.
Hay momentos de la vida en que podemos sentir que las emociones son tan intensas y quizás nos pasan tantas cosas, una seguida de la otra, que no logramos entender por qué pasan y cómo resolverlas.
La cuarentena que hemos tenido que vivir por la Pandemia es uno de ellos.
En esos momentos, puede ser que pensemos o nos sugieran, ir al psicólogo, pero a veces nos resistimos y desistimos de la idea, por pensar que los psicólogos son para locos o yo debo poder sol@, en fin…
La primera consulta puede ser la más difícil, básicamente por la ansiedad ante lo desconocido, a ser juzgado, a no saber cómo actuar y qué esperar de la sesión. Dar este primer paso requiere de mucha valentía, consciencia de que algo no está bien, y tener las ganas de salir de ese estado emocional disfórico o perturbador.
Evidentemente ir a Psicoterapia no es obligatorio para salir de los problemas, pero sí te ayuda a salir con mayor rapidez y efectividad, ya que permite mirar las situaciones desde otra óptica, y ayuda a tomar mejores decisiones.
Algunas razones para ir a Psicoterapia son:
- No sentirse a gusto consigo mismo o con la vida que lleva. Tener una baja autoestima lleva a que no se disfrute de sí mismo y tampoco se puedan establecer relaciones saludables.
- Cuando hay tristeza, rabia, ansiedad, frustración, o cualquier otra emoción displacentera, la mayor parte del día y de los días de la semana. Estar triste o con rabia en ocasiones es absolutamente normal (sobre todo en estos días en que hemos estado en cuarentena y la vida de todos ha dado un giro inesperado), es parte de la vida, pero cuando esto se convierte en el ánimo frecuente, es cuando representa el problema.
- Cuando se deja de disfrutar las actividades que antes disfrutábamos, o estamos con temor constante, desánimo o poca energía. Cuando repentinamente disminuye nuestro apetito (y no es por enfermedad física), nuestro deseo sexual, o tenemos mucho sueño o insomnio (conciliatorio: al tratar de conciliar el sueño o reconciliatorio: despertares abruptos en la noche con dificultad para conciliar de nuevo el sueño; o dormir pero despertarse cansado).
- Cuando el miedo (a la muerte o a que algo malo ocurra) es tan fuerte que nos impida hacer lo habitual.
- Cuando nos ocurre algún evento traumático (robo, secuestro, etc) o la pérdida de alguien significativo.
- Cuando se está cercano a hacer un cambio de vida importante: matrimonio, migración, etc.
- Luego de un divorcio. En este caso el reto no es solo superar el duelo del divorcio, es también revisar las razones por las que fracasó la pareja para evitar que vuelva a ocurrir en relaciones futuras.
- Cuando se quiere mejorar las relaciones familiares o de pareja. Revisar patrones de comunicación, confianza, y otros que afectan estas relaciones.
- Somatizaciones o temores de tener alguna enfermedad (lo cual es muy frecuente en la actualidad), que los llevan a buscar consultas médicas constantes sin tener hallazgos significativos.
- Tener la sensación de perder el control de la vida.
- Sentir que se está al límite o una situación grave y no saber cómo actuar o resolverlo.
- Desear, pensar o planear la muerte. Es tan importante desear que la muerte llegue como planear formas de acabar con su vida y por ende de su sufrimiento.
- Pensar que todo el mundo está en su contra y tener problemas para controlar los impulsos como la rabia.
- Fluctuaciones intensas y evidentes del estado de ánimo, estar muy triste y luego estar muy alegre, y en esos momentos de alegría hacer gastos de grandes sumas de dinero en cosas innecesarias o en apuestas, tener conductas riesgosas, consumir sustancias, etc.
- Evidentemente, al presentar trastornos psiquiátricos graves.
Estas son algunas de las razones para asistir al psicólogo a recibir apoyo, los psicólogos no somos loqueros, ayudamos a personas con todo tipo de situaciones de la vida, y dependiendo de la especialidad atendemos especialmente unos casos sobre otros.
La vida es una colección de vivencias, experiencias y momentos, siempre en constante movimiento, y el apoyo de un psicólogo siempre será positivo para tu salud emocional. No tienes que esperar a sentirte mal, las cosas buenas también se hablan y se potencian.
Propicia ese espacio seguro para tus emociones y alcanza la mejor versión de ti, saludable y plena.