Silvia Gonzalez
Licenciada en Psicología. Master en Psicoterapia Estratégica y Organización
Miércoles 16 de diciembre de 2020
Sí, por supuesto, los adolescentes sufren de ansiedad, incluso más de lo que imaginamos, y en estos últimos meses que hemos estado viviendo con tanta incertidumbre, se han visto sumamente afectados. Todos somos susceptibles de sufrir ansiedad, y con las herramientas y apoyo adecuados, todos podemos superarla también.
¿Cómo se ve la ansiedad en un adolescente?
La adolescencia es un período complejo, hay muchas emociones en juego, se despiertan dudas, pensamientos nuevos y cambios en distintos aspectos, por ende, la mayoría de los adolescentes se pueden manifestar confundidos o conflictuados, sin embargo, cuando comenzamos a ver que esos conflictos parecen ser tan grandes que les impiden llevar una vida normal, y desempeñar sus actividades regulares, podríamos estar presenciando que un adolescente sufre ansiedad.
¿Recuerdas cómo fue tu adolescencia? Quizás ahora podemos haber olvidado algunos detalles de nuestra adolescencia, pero hay que admitir que es un tiempo difícil, las emociones nos ponen en una verdadera montaña rusa, principalmente por los cambios hormonales, esto también provoca cambios de humor y de ánimo, conductas temerarias y comportamiento impredecible.
Los adolescentes deben lidiar con todos estos cambios mientras asisten a la escuela, atienden sus estudios, mantienen una vida social, responsabilidades en casa, actividades extracurriculares, y además, se enfrentan a su futuro.
Todo esto puede ser demasiado con qué lidiar.
Aprender a manejar el estrés y trabajar las emociones es crucial para el desempeño de toda persona, pero en especial cuando es adolescente, ya que es una etapa de desarrollo que podrá afectar el resto de su vida. Si un adolescente no aprende a manejar sus emociones se verá dominado por ellas, ahogado en estrés, ansiedad e incluso depresión.
Los padres deben estar alerta ante cualquier signo que puedan manifestar sus hijos ya que es importante detectar la ansiedad lo antes posible y brindarles el apoyo adecuado y la ayuda profesional que necesitan.
Los signos más comunes de la ansiedad son:
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Cambios injustificados en sus patrones de comportamiento.
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Cambios en su ciclo de sueño.
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Problemas de alimentación, ya sea que coman en exceso o que se nieguen a comer.
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Su desempeño en la escuela.
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Estado de ánimo.
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Problemas para poder concentrarse.
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Debilidad o cansancio recurrentes.
Las personas que sufren ansiedad pueden presentar ataques de pánico, o ataques de ansiedad, episodios muy complejos y delicados que deben ser manejados con sumo cuidado. Para saber detectar estos episodios, aquí están los signos más comunes de los ataques de pánico:
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Tensión constante.
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Sensación de peligro.
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Nervios y agitación injustificada.
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Palpitaciones.
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Sudoración.
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Temblores.
Cualquier persona que sufra ansiedad debe saber que no es un estado definitivo sino transitorio, se puede superar la ansiedad y recuperar el control. Sufrir ansiedad puede ser muy angustioso y desmoralizante pero no tiene que significar el fin del mundo.
Siempre es posible trabajar nuestras emociones, recuperar nuestra fuerza, nuestra confianza y convertirnos en nuestra mejor versión.
Si tenemos un adolescente que sufre ansiedad, esto es lo principal, que se sienta apoyado y que sepa que sí es posible superar su ansiedad.
¿Cómo puede hacer un adolescente para manejar su ansiedad?
Para manejar su ansiedad, un adolescente debe hacer terapia de la mano con un profesional de la salud, aprendiendo a manejar sus emociones, trabajar sus dudas y superar los obstáculos que se le vayan presentando.
Un adolescente que trabaja sus emociones muy probablemente se convertirá en una persona segura de sí misma y capaz de alcanzar sus objetivos.
En mi práctica como profesional, la mayoría de los adolescentes llegan a consulta a través de sus padres, y a su vez, los padres están preocupados por su bajo desempeño en el colegio.
Una vez en terapia, comienzan a notarse ansiosos, manos sudorosas y un elevado ritmo cardíaco. Les cuesta mucho interactuar con sus pares y la mayoría de las veces abandonan la actividad deportiva que venían realizando de manera regular. Les cuesta entablar conversaciones con sus padres, se muestran bastante cansados y desanimados.
La adolescencia es un periodo particularmente complicado que exige mucha paciencia y mucha orientación de parte de los educadores y de los padres, y particularmente los momentos que estamos viviendo ponen a este grupo en riesgo, ya que se ven muy afectados por la falta de contacto con sus compañeros, por la presión y el control que les tocó a los padres ejercer al tener que ver clases desde casa.
Todo esto es un ejemplo de lo que puede llevar a los adolescentes a tener un ataque de ansiedad, se sienten vulnerados en su necesidad de independencia, con miedo a lo desconocido,como el propio covid-19, les cuesta adaptarse a esta nueva normalidad, y la poca o nula interacción con sus amigos, que representan su grupo de apoyo, sólo vuelve más complicado el panorama.
¿Qué puede ayudarlos a manejar su nivel de ansiedad?
Lo primero que ayuda a los adolescentes, y a cualquier persona en estados de ansiedad, es la validación emocional, eso es clave y nos da la guía para poder enfrentarla, aceptarla y buscar ayuda profesional.
Realizar terapia es clave, tanto para el adolescente como para los padres, ya que las emociones son particulares, las circunstancias son personales, y se necesita acompañamiento profesional para que todas las partes entienda este proceso, cómo manejarlo, afrontarlo y superarlo, así todo se podrá ir desenvolviendo adecuadamente y terminará siendo beneficioso para todo el grupo familiar.
En mi práctica profesional he atendido varios adolescentes que atraviesan crisis de ansiedad importantes, el trabajo terapéutico hecho con este grupo ha sido muy particular porque primero los he llevado a aceptar la vulnerabilidad y los cambios que este año nos ha impuesto, buscar bajo la visión humanista herramientas que puedan implementarse en su día a día. También hemos aprendido a ver con mayor objetividad los eventos que están experimentando, gracias a ejercicios de respiración consciente que deben poner en práctica cuando se sientan angustiados.
A la par de todo esto, es importante la reunión con los padres, entender que también están ejerciendo roles para los que nadie los preparó y buscar que vean el esfuerzo de sus hijos adolescentes, que entiendan lo que están viviendo, para así, entre ambos, padres e hijos, buscar momentos de compartir y de apoyo que los ayuden a mejorar su comunicación, que puedan hacerlo de manera asertiva, validando las emociones y sentimientos de sus hijos, y consiguiendo maneras de acercarse a ellos .
Actualmente la mayoría de mis pacientes están atravesando esos procesos y hasta ahora los resultados son satisfactorios: han logrado manejar mucho mejor sus estados de ansiedad. Son momentos que exigen de todos nosotros dar lo mejor y buscar esas herramientas que nos ayuden a conectar con nuestros hijos, tengan la edad que tengan.
Si tenemos un familiar que esté sufriendo ansiedad, lo primero y más importante es tomarlo en serio, validando así lo que siente, e incentivarlo a buscar ayuda profesional.
A continuación algunos consejos que puede aplicar si un ser querido está sufriendo un ataque de pánico:
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Buscar que la persona respire profundo y conscientemente, despacio, que la inhalación y la exhalación sean cada vez más pausadas.
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Llevar a la persona a realizar cualquier tipo de actividad física, podría ser dar una pequeña caminata de al menos 15 minutos.
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Buscar que preste atención a cualquier evento diferente al que le provocó ese estado, apreciar la naturaleza calma mucho la mente y ayuda bastante.
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Buscar ayuda profesional lo más pronto posible.
Algunos consejos que puede aplicar si tiene un ser querido que sufre ataques de ansiedad de forma recurrente:
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Realizar alguna actividad física, lo ideal es hacerlo en familia ya que es uno de los tips que mejor funcionan para manejar esos estados de ansiedad.
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Buscar que el ambiente en casa y la comunicación sean sobre situaciones lo más placenteras posibles, evitar estar oyendo noticias y compartiéndolas con los hijos.
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Buscar realizar actividades juntos, bien sea juegos de mesa, ver una película, dar un paseo, compartir momentos de calidad con ellos va a ser de una ayuda enorme para todos los miembros de la familia.
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Utilizar maneras diferentes de realizar actividades, incluir maneras creativas para realizar las actividades cotidianas.
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Aprender a respirar conscientemente para ponerlo en práctica y poder enseñar a nuestro adolescente a hacerlo, esa es una manera de respirar profunda y conscientemente, esto lo enseño en mi consulta, tanto a los adolescentes como a los padres, para que todos puedan ponerlo en práctica.
Estas son algunas herramientas que pueden utilizarse en esos momentos específicos ya que van a ayudar a que la persona vuelva a un estado emocional más controlado.
La ayuda terapéutica es imprescindible para manejar y superar la ansiedad, en este sentido la terapia se convertirá en un motivo para el crecimiento personal, para el desarrollo individual y la superación, ayudando a que la adolescencia sea una etapa más llevadera y que finalmente se convierta en un recuerdo agradable.
El adolescente está comenzando a preocuparse por su futuro, a ocuparse de su carrera profesional y sus proyectos, ¿por qué no comenzar a ocuparse de sus emociones también?