¿Qué es la ansiedad?

La ansiedad es una condición mental y emocional que afecta a más personas de lo que podemos imaginar, las exigencias diarias nos ponen en jaque, nos enfrentamos a situaciones extremas con emociones abrumadoras, y a veces incluso sin darnos cuenta, somos presa de la ansiedad.

¿Qué es la ansiedad?

La ansiedad es un estado mental, una emoción sobrecogedora de inquietud, de inseguridad y de miedo, que viene acompañada por una sensación de peligro inminente. La persona que lo experimenta a menudo se encuentra imposibilitado, encerrado y dominado por esta emoción.

El tema de la ansiedad es altamente abordado en los libros e investigaciones psicológicas, incluso desde los inicios de la psicología clásica, y actualmente se puede ver cómo las diferentes áreas de interés humano hacen referencia a este tema. Si se visitan las librerías o buscamos por internet, podemos ver gran cantidad de libros de autoayuda, de coaching, de crecimiento personal y de motivación, que hacen referencia a este tema, así mismo, encontramos miles de páginas, blogs, artículos profesionales y no profesionales, que hablan o dan consejos sobre cómo tratarla.

Para mi como profesional de la psicología, esto me hace pensar en mis pacientes y cómo cada día aumentan las consultas asociadas a este tema.  El padecer, o haber padecido alguna vez, síntomas de ansiedad, se ha convertido en el día a día de las personas. La ansiedad ha aumentado de manera exponencial en la población moderna, estando presente en el 30% de la población adulta, quienes han presentado, al menos una vez, síntomas de ansiedad.

Sabemos que las exigencias diarias nos abruman más cada día, y este año en particular ha sido un gran potenciador debido al cambio de estatus quo que hemos experimentado a nivel mundial en consecuencia de la pandemia.  Es por esto que considero de suma importancia el hablar de lo que es la ansiedad y sus posibles tratamientos.

La ansiedad puede sentirse como un pozo sin fondo, oscuro, absorbente, dominante, pero siempre podremos retomar el control y volver a ponernos de pie, sí es posible tratar la ansiedad en terapia y dejar que la luz brille de nuevo en nuestra vida.

¿Por qué es importante conocer a profundidad sobre la ansiedad?

Es importante conocer a profundidad sobre la ansiedad ya que todos susceptibles a experimentar ansiedad, aunque sea en un momento de nuestras vidas, y de ser una sensación recurrente, debe ser diagnosticada y tratada de manera adecuada, el no hacerlo puede significar consecuencias sumamente complejas, como desarrollar otros trastornos emocionales. 

Cuando hablamos de ansiedad en términos psicológicos nos referimos a los estados de preocupación y miedo ante situaciones cotidianas cuyas respuestas superan en intensidad lo esperado en una situación normal, dicho en otras palabras, son estados en que la preocupación y los miedos nos abruman de tal manera que no nos permiten enfrentarnos a las situaciones como lo haríamos en condiciones normales.

Estos miedos y preocupaciones se diferencian de las respuestas normales por su intensidad y persistencia, se habla de un estado de estrés que no guarda proporción con el peligro real, o situación ante la que se presenta, así mismo provoca incapacidad para dejar a un lado estos pensamientos de preocupación e inquietud excesiva, aún cuando se haga el esfuerzo por no pensar en ello o tratar de controlarlo.  

Los sentimientos de ansiedad pueden llegar a interferir con las actividades diarias en sus casos más intensos, al ser difíciles de controlar, generan sentimientos de indefensión para la persona que lo sufre.

Es importante hacer referencia a que nuestro organismo está preparado biológicamente a responder al peligro, desde el principio de los tiempos conocidos por el hombre; nuestros ancestros debían responder al peligro de algún depredador que pudiera atacarlos, la reacción más común era de lucha o huida, por lo que el miedo es una respuesta emocional totalmente normal ante una amenaza real e inmediata, que en la mayoría de los casos nos salva del peligro.

Ahora bien, en nuestros tiempos estos depredadores siguen apareciendo, pero quizás con algunas variantes no tan evidentes como lo eran antiguamente.  Hoy en día tenemos que preocuparnos de superar el estrés laboral, familiar y social, los abusos, el bullying, las carreras del día a día, las responsabilidades y obligaciones, en fin, todas las exigencias de la sociedad moderna, y utilizar nuestras herramientas para afrontarlas de la mejor manera.

Al igual que nuestros antepasados, al enfrentarnos al miedo sentimos todas las reacciones químicas similares a las que tuviéramos si debiéramos escapar de forma real, nuestro cuerpo se prepara para atacar o huir, pero es muy difícil actualmente salir corriendo ante todo esto, o por lo menos no es lo que la sociedad actual espera de nosotros, más bien nos pide que afrontemos lo que pasa con entereza y valentía.  

Ante esta imposibilidad de escapar o luchar, nos sentimos indefensos ante estos depredadores,nuestro miedo nos abruma y en muchas ocasiones no contamos con la posibilidad de canalizarlo, más bien se convierte en una bomba interna que implosiona una y otra vez. Es por esto que cada día son más las personas que ante la imposibilidad de enfrentarse a estas presiones del ambiente, desarrollan síntomas de ansiedad, afectando de esta forma su desempeño laboral, escolar, y relaciones personales. Aquí es cuando las personas deben buscar ayuda profesional.

Cuando revisamos el tema de la ansiedad, generalmente se asocia a la anticipación o preocupación por el futuro, esto es algo que yo he podido evidenciar en mi práctica clínica, donde muchas de las personas que he atendido se sienten que el pensar en el futuro y sus posibles obstáculos, les supera, pues se les genera el pensamiento recurrente de que no podrán superar las exigencias que se le puedan presentar en el futuro, cabe aclarar que esto es una percepción propia que en la mayoría de los casos no se asocia con las capacidades reales o demostradas de la persona en cuestión.

Así mismo, las personas que han padecido en el pasado algún cuadro de ansiedad, manifiestan presentar gran temor a volver a padecer de ansiedad o presentar otro cuadro y que quizás sea de mayor intensidad hasta dejarlos incapacitados física y emocionalmente. Por tanto, en estas personas aumenta la preocupación anticipatoria, y la percepción de indefensión antes mencionada.  

En ciertos casos las personas pueden llegar a no querer alejarse de casa o estar en lugares donde la asistencia médica pueda no ser inmediata (esto basado en sus propias creencias o experiencias pasadas, no necesariamente apegadas a la realidad), lo que les altera sus funciones diarias hasta alejarse del contacto exterior. 

Todos sentimos ansiedad alguna vez, es una respuesta consciente, adaptativa, y como mecanismo de defensa, puede ayudarnos en situaciones peligrosas, pero si es una situación constante, si la experimentamos cada día, incluso en situaciones donde no existe un peligro real, debemos aceptar nuestra vulnerabilidad y buscar ayuda profesional.

Si no es tratada de forma adecuada, la ansiedad puede dominarnos, aislarnos de nuestra familia, amigos, escuela, universidad y trabajo, hasta dejarnos encerrados en una oscura soledad, pero no debemos dejarnos arrastrar sino que debemos romper el ciclo pidiendo apoyo, comunicándonos, expresando nuestros miedos y buscando ayuda.

La ansiedad puede ser intimidante pero no tiene porqué ser determinante, con el diagnóstico y tratamiento adecuado, es posible tratarla y superarla.