Jueves 24 de diciembre de 2020
Sí, la comunicación es vital para todo tipo de relación, y como tal, es un proceso que requiere dedicación, más aún cuando se abordan temas delicados como el de expresar la condición sexual al resto de la familia, ya que lamentablemente sigue siendo un tema cuajado de prejuicio y discriminación. La terapia es el canal idóneo para que la comunicación sea sana y satisfactoria.
¿Qué es la Orientación Sexual?
La Orientación Sexual se refiere al gusto o preferencia afectiva que tiene cada persona, la cual puede ser hacia su mismo sexo, hacia su sexo opuesto, o incluso, hacia ambos.
Lamentablemente todavía hay mucho desconocimiento, prejuicios, e incluso discriminación, en torno a temas de orientación sexual, y muchos padres experimentan un profundo temor y rechazo al momento de abordar este tema con sus hijos, sin embargo, si lo que cada padre y cada madre busca realmente es la felicidad de sus hijos, es importante que hablemos del tema.
Fomentar la comunicación familiar, evitar conflictos y poder desarrollar el mayor potencial como personas es uno de los objetivos de cualquier terapia.
En muchas oportunidades las familias tienen temor a lo que amigos, o grupos sociales, pudieran opinar sobre nuestros hijos, o sobre nosotros como padres. Trabajar fantasías y temores es fundamental para una buena comunicación familiar.
¿Es la orientación sexual una enfermedad?
Claramente no lo es, sin embargo previo a la década del 80, fue considerada de ese modo por la psiquiatría clásica. Algo de eso sigue en el imaginario social, que no ha logrado ponerse al día. Solo en algunos países del mundo, como Medio Oriente, se la sigue patologizando, en una clara violación de los derechos humanos.
A partir de la década del 80 la Asociación Americana de Psiquiatría ha eliminado de manera conjunta, para quitar de sus manuales estadísticos, a la homosexualidad como una patología. Siendo esta, una manera de ir alejándose de las primeras versiones de los manuales de psiquiatría.
Puede observarse, claramente, en la lectura de estos manuales diagnósticos y estadísticos, diversas modulaciones con una cierta intencionalidad de despejar la significación patologizante hacia este tipo de conductas.
En un comienzo fueron incluidas en cuadros psicopatológicos relacionados con las conductas anti o disociales, como fenómenos que irrumpieron con la presentación que consideraban esperable o habitual, hasta ese momento.
Una sexualidad procreacional y heteronormativa, alojada al interior de un vínculo de características exogámicas.
Luego irán postulando a la homosexualidad egodistónica, como una presentación en la cual la persona, no se sentiría a gusto con su orientación sexual. Lo cual dejaría la puerta abierta para aquellas que no tuvieran inconvenientes al respecto, dejando clarificado que podría existir sufrimiento, relacionado de manera directa con ese tipo de orientación sexual.
La despatoligación de la homosexualidad surge a partir de estudios científicos y sociales que demuestran que la orientación sexual es sólo una preferencia inofensiva, sin embargo por estigmas sociales y religiosos, aún muchas personas viven en condición de desigualdad, se irrespetan sus derechos humanos e incluso se atenta ante su propia vida. No tenemos que ir muy lejos ya que en américa latina son muy pocos los países que acogen a esta comunidad en sus leyes civiles.
La comunicación es crucial para poder expresar quién somos realmente y el apoyo familiar es vital para el desarrollo de todo individuo, por eso es tan importante lograr un flujo comunicacional sano y productivo.
La orientación sexual no debe ser razón para excluir amigos o familiares, si no todo lo contrario, cualquier oportunidad para poder reconocernos a pesar de nuestras diferencias, es una oportunidad para crecer.
¿Qué es lo que más ayuda a las personas a aceptar su orientación sexual y poder hablarlo con sus familiares?
Asistir a terapia personalizada con un profesional de la salud. La terapia es clave para ayudarnos a aceptar nuestras emociones, nuestros gustos, preferencias sexuales, y es una pieza clave del ejercicio comunicativo que debemos ejercer para poder expresarnos libremente ante nuestra familia y amigos.
El vínculo familiar debiera estar basado en la confianza y el respeto. Podemos pensar el tema en dos etapas diferentes de la vida, la adolescencia y la adultez.
Puede que parezca extraño, pero en mi experiencia profesional me he encontrado muchísimas veces con pacientes que no logran expresar lo que les ocurre con sus familias. Esto genera que vivan vidas alejadas de sus familias, o con áreas de las que no se habla.
Esto genera recelos y todo tipo de fantasías por parte de los miembros de una familia. Nunca debemos olvidarnos de que las fantasías siempre suelen ser muy diferentes de lo que pudiera ocurrir en la realidad.
Los vínculos familiares, en muchas casos, se hallan signados por cuestiones de índole religiosa, educativas o sociales, que impactan de manera directa en la toma de decisiones.
Cuando las personas intuyen o saben que sus familias no respetan o aceptan a las personas del colectivo de la diversidad sexual, o cuando la concepción de sexualidad puede quedar muy pegada a la noción de reproducción o vínculos familiares tradicionales, nos encontramos con escollos de ambos lados para comunicar lo que está ocurriendo.
Poder hablar de los temas, libres de prejuicios y preguntarnos qué entendemos por esos conceptos, puede ayudar a que las personas puedan comenzar a acercarse.
En la adolescencia aparecen temores sobre el futuro: ¿conformarán una familia? ¿tendrán hijos? ¿conseguirán un empleo? ¿sentirán discriminación por su orientación sexual?
Todas estas preguntas encarnan las situaciones que más angustias les producen a las familias. De todos modos, el objetivo primero es no pasarles estos temores o fantasías a los adolescentes. Los tratamientos psicoterapéuticos pueden ayudar a las familias a comunicarse de manera afectiva y efectiva con los menores, generando un espacio de contención y amor.
Las y los adolescentes tienen grandes dudas con lo que puede llegar a ocurrirles en el futuro, y agregarles una connotación negativa a la orientación sexual no heterosexual solo puede generar más angustias y temores en los menores.
A veces puede resultar positivo comentar alguna noticia sobre conformaciones familiares no heteroparentales, de las cuales vemos muchas en el mundo del espectáculo. Esto podría servir para comenzar a hablar del tema.
Los menores necesitan imperiosamente del apoyo de sus familias para poder constituirse subjetivamente. El amor y la contención son fundamentales para las y los menores.
Poder alejar nuestros temores como madres y padres, trabajar nuestros miedos y factores de estrés, puede ayudar a mejorar el vínculo comunicacional familiar, estos son los beneficios que podría brindar un tratamiento de psicoterapia.
Las personas homosexuales pueden sufrir profundamente ya que reciben incomprensiòn e intolerancia por parte de su familia y allegados, esto se debe principalmente a la educaciòn tradicional, valores castrantes o religiones inflexivas.
La negación es uno de las consecuencias más dolorosas.
No es un secreto que la mayoría de las sociedades se rigen por la heteronormativa, lo cual quiere decir que prevalece una creencias sobre cuál orientación sexual es adecuada y cuál no, llegando a ser impuesta una manera de pensar que se rige sólo por los patrones heterosexuales, colocando las relaciones entre hombres y mujeres como las únicas válidas ya que funcionan de manera complementaria y pueden desarrollar la procreaciòn humana, pero este tipo de pensamiento es sumamente limitante.
Otorgarle a la sexualidad una mera finalidad reproductiva significa ignorar la afectividad, el placer, la interacción, la exploración, la intelectualidad detrás de todas las formas de amar, que realmente son tan válidas como cualquier otra.
Los adolescentes pueden pasar por etapas de crisis debido a su orientación sexual, ya que es el momento en el que la mayoría de los jóvenes experimentan su despertar sexual y afectivo,
Es totalmente normal querer probar nuevas experiencias, la sexualidad debe ser responsable, es cierto, pero también debe ser libre. Si un adolescente se siente atraìdo hacia personas de su mismo sexo, pede que no sepa manejar la situación, se sienta perdido, confundido y angustiado, por lo cual la terapia sigue siendo la mejor opción ya que le brindará el apoyo que necesita para endender sus sentimientos, emociones y preferencias.
La espiritualidad juega un papel importante en la vida de todo individuo y las religiones pueden ofrecer consuelo en muchos aspectos pero también pueden hacer la vida de una persona un verdadero infierno.
En nombre de las religiones se han cometido actos atroces, y lamentablemente algunas personas usan la religión como excusa para perseguir a otros, intimidar, lastimar y discriminar.
Incluso puede ocurrir que una persona experimente cierto antagonismo entre su forma de ser y su propia religión, confundiéndose, haciendo mella en su autoestima y seguridad. En este tipo de casos las personas pueden experimentar muchos conflictos emocionales, como ansiedad y depresión. La religión puede entrañar valores que para cada quien son sumamente importante, quizás inamovibles, y si su religión profesa que los homosexuales van al infierno, una persona homosexual no encontrará consuelo, por eso es importante trabajar en terapia este tipo de casos.
Gracias a la terapia online es posible hacer las pases con las creencias y la espiritualidad, reconciliando a la persona con sus ideas, gustos y preferencias.
Todos merecemos ser tratados con respeto y merecemos ser felices.
La familia es el apoyo fundamental que toda persona necesita para su desarrollo satisfactorio y es crucial entender que las personas no cambian ni dejan de ser personas por tener una orientación sexual distinta.
La orientación sexual jamás debe ser motivos para crtar vínculos afectivos con un familiar o amigo.
La terapia online ofrece apoyo, consuelo y ánimo para que las personas puedan entender su orientación sexual y para que puedan expresarla ante su familia y amigos, ya que no hay razón para vivir en las sombras, negando y ocultando lo que somos.