¿Cómo cultivar la paciencia?

Con la colaboración de Virna Hernandez Urdaneta

Cultivar la paciencia debe ser un acto consciente, de compromiso personal con el bienestar propio. Perder la capacidad de esperar sin desesperar puede ser muchas veces un síntoma al cual prestar atención. ¿De qué nos habla nuestra impaciencia?

¿Qué es la impaciencia?

La impaciencia puede definirse como la incapacidad de esperar que algo ocurra sin perder la tranquilidad y el equilibrio. 

Ser paciente implica no solo saber esperar, sino también entender que cada cosa tiene sus tiempos propios, y no podemos pretender la inmediatez constantemente. Hacerlo tiene como resultado un estado de intranquilidad, y una sensación de frustración.

Sobre esto comenta la especialista de OpciónYO, Virna Hernandez Urdaneta:

Si plantamos una semilla no podemos estar escarbando cada cinco minutos para ver si ha crecido. 

Entonces, ¿por qué seguir cuestionándonos todo el tiempo las decisiones que tomamos y nuestro trabajo duro?

Tengamos paciencia ¡y sigamos regando nuestras semillas! 

Pensar y repensar, dudar y cuestionar, a veces nos llena la mente de preocupaciones y nos deja agotados, además nos quita tiempo y espacio (mental) para tener nuevas ideas o ser más eficientes y productivos. 

Si eres impaciente, o muy impaciente, la especialista nos deja algunos consejos.

Recomendaciones prácticas:

  • Establece metas a corto plazo (un día a la vez). Esto te ayudará a mantenerte más enfocado en el presente y te sentirás recompensado por haber logrado varias cosas en poco tiempo.

  • Ponle un alto a tus pensamientos exagerados y fatalistas. También analiza tus palabras y mejor toma un respiro para ver si esas frases te harán más daño que bien. Es bueno hacer catarsis pero siempre que seas realista y responsable ante quienes te estás “descargando”. Recuerda que la angustia se contagia más rápido que la gripe ¡y puede convertirse en un círculo vicioso!

  • Escucha y atiende las señales de tu cuerpo. Él te dirá si estás en tensión o demasiado acelerado y debes relajarte. No pases por alto lo que necesita tu cuerpo para traer una mente a toda velocidad. Se necesitan el uno al otro. 

  • Aprende a respirar, a meditar o ten un espacio tranquilo para la introspección.

  • Enfócate en las soluciones y disminuye tus expectativas. Esto te dará mayor sensación de control y disfrutarás más del proceso. 

“La paciencia es necesaria, uno no puede cosechar inmediatamente lo que ha plantado”. Kierkegaard

Cuando la impaciencia coloniza varios aspectos de nuestra vida y la sensación de intranquilidad parece no detenerse,  es momento de considerar buscar ayuda con un profesional. 

Si sientes que eres impaciente, experimentas malestar o sencillamente quieres cultivar la paciencia, contar con apoyo profesional hará la diferencia para que puedas adaptarte y relacionarte con tu entorno desde un lugar más apacible.

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¿Es posible cultivar la paciencia?

Si, es posible, pero no hay que perder de vista el mundo en el que vivimos. ¿Afecta el contexto actual a nuestra capacidad de ser pacientes? Lo hace constantemente.

Vivimos en un mundo en el que todo está a un clic de distancia, algo que debemos agradecer en momentos como el actual, en el que estamos atravesando una pandemia. Pero tenerlo todo al alcance de la mano hace que la espera más natural se convierta en una tortura. Mientras esperamos que cargue un video nos inquietamos, si la fila del supermercado no avanza nos enojamos por haber elegido la más lenta, si nos dejan en azul nos frustramos. 

Y la escala de decepciones cotidianas a las que nos enfrentamos puede ser exponencial. Y llega a ser particularmente nociva cuando no solo las pequeñas cosas nos impacientan. ¿Qué pasa si lo que nos angustia es esperar las vacaciones? ¿ cuánto nos falta para conseguir un título? ¿Y el ascenso? ¿Y la familia? ¿Y el dinero?

Muchos momentos de la vida que deberían ser un proceso de crecimiento y aprendizaje se convierten en un  estado constante de intranquilidad y frustración. 

Por eso es importante aprender a cultivar la paciencia, no solo para mitigar los malestares de la vida cotidiana, sino también para aprender a emprender caminos y proyectos sin perder de perspectiva el proceso, el viaje, el aprendizaje y la experiencia.

¿Qué implica cultivar la paciencia?

Cultivar la paciencia implica aprender a no perder la calma ante la decepción, la espera, el sufrimiento o la angustia. 

Emprender la tarea de cultivar la paciencia trae consigo varios beneficios tanto para la mente como para el cuerpo. Cultivar la paciencia disminuye el malestar general, nos aleja de estados de ansiedad, depresión o estrés que pueden verse incrementados por la decepción, la  angustia, o la frustración. 

Ser más pacientes nos abrirá muchas puertas en lo social. Las personas que demuestran ser más pacientes suelen tener vínculos más estrechos y sanos, mayor empatía y generosidad y compasión. 

En lo personal ser paciente también tiene sus beneficios. Estar tranquilo ante los obstáculos, ya sean estos cotidianos o trascendentales, te permitirá pensar de manera más clara y tomar mejores decisiones. 

¿Por dónde empiezo?

El primer paso para comenzar a cultivar la paciencia es identificar qué situaciones te resultan especialmente inquietantes, y luego reflexionar sobre aquella angustia que te genera, pregúntate si la reacción que estás manifestando es adecuada. 

Por ejemplo, si estás en la fila del supermercado y comienzas a impacientarte, pregúntate ¿tiene sentido tu angustia? ¿te está generando un retraso fuera de lo normal? ¿tienes que estar en otro lado?¿Sientes que pierdes el tiempo? 

Entrena la paciencia. Cultivar la paciencia paradójicamente implica ser paciente. Entiende que ser paciente es algo en lo que deber ser constante, debes incluirlo a tu rutina diaria y finalmente debes entender que, como todo proceso, aprender a ser paciente conlleva tiempo.

Tips para cultivar la paciencia:

  • Sé realista.  Los inconvenientes que estas enfrentando, ¿afectarán realmente tu vida? ¿demorar 5 minutos más en el supermercado hará una gran diferencia en tu plan diario? ¿y en tu vida? Da a las cosas la importancia que tienen y no más. 

  • Enfócate en la respiración. Si el malestar ya es inevitable trata de controlar tu respiración, hazlo de manera pausada y consciente hasta que la inquietud disminuya.

  • Baja tus expectativas. Tener expectativas desproporcionadas respecto a nuestras posibilidades y capacidades puede generar una gran frustración impulsada por la impulsividad de querer hacerlo todo sin considerar las circunstancias y el tiempo propio de cada meta.

  • Ponte metas a corto plazo. Es fácil perder la paciencia cuando pensamos en grandes objetivos, ponerte metas diarias disminuirá la sensación de frustración y te dará una gran satisfacción. 

  • Sé consciente de los pequeños pasos. Cada paso cuenta y llevar la cuenta hará que el camino a tu gran objetivo sea menos tortuoso. 

  • Disfruta el camino.

¿Cómo me ayuda la psicología a cultivar la paciencia?

La psicología, como herramienta transformadora, puede ayudarte a cultivar la paciencia. Tu mente es maravillosa y con el apoyo adecuado puede entrenarse para reaccionar de una manera más amigable ante situaciones de estrés.

El último año ha sido un verdadero desafío para nuestras emociones y ciertamente ha puesto a prueba nuestra paciencia, la cual quizás ha sido mucho más compleja para mantener, ya que lamentablemente aún seguimos manejando unas cantidades enormes de incertidumbre, dudas, miedos e inseguridades.

Desde OpciónYO queremos que sepas que la paciencia sí se puede cultivar y para lograrlo puedes apoyarte en nuestros especialistas en psicología. Tenemos expertos en distintas áreas, por lo cual de seguro podrás encontrar aquel que se ajuste a tus necesidades  sea ideal para ti.

El acompañamiento adecuado puede ayudarte a relacionarte con la paciencia de manera distinta. Es crucial entender que la paciencia no es una mera forma de resignarnos, por el contrario, la paciencia es un arte.

Entiende que el objetivo no es la meta, sino el comienzo en sí mismo.

La paciencia es sinónimo de protección porque nos permite transitar a través de las dificultades sin estancarnos. Es fuerza porque nos enseña a dominar nuestras emociones. Es resiliencia, es reorganización, recapacitación y reflexión.

La paciencia nos permite alejarnos del sufrimiento y aprender a transitar el camino de la vida y saborear la espera como un fruto dulce y satisfactorio.

La psicología es todo un mundo de posibilidades que nos ayuda de innumerables maneras, contrario a lo que muchos podrían pensar, la psicoterapia no es sólo para personas que experimentan un malestar emocional grave, realmente es para todos. Para todos los que quieran mejorar su relación con el entorno, que quieran comenzar la aventura de la introspección, que quieran cultivar la paciencia, que quieran superar sus contradicciones y que quieran ser felices.

Esa es la verdadera finalidad, aquello por lo que nos esforzamos tanto, es lo que todos buscamos, de alguna forma u otra ¿no es cierto? Ser felices.

Para comenzar este viaje sólo tienes que dar el primer paso.

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